No te enamores de Rosa Santos

No te enamores de Rosa Santos es una lectura fresca, ligera y completamente juvenil que nos plantea los problemas familiares de cualquier adolescente, la manera en la que se pueden llegar a sentir sometidos o excluidos de ciertas situaciones y lo difícil que les resulta expresarlo.

Rosa es parte de las mujeres Santos, mujeres a las que supuestamente les cayó una maldición al salir de Cuba y de las que cualquiera que se enamore de ellas y este cerca del mar tendrá un final trágico.

Esta es la primera limitante con la que se encuentra Rosa, prácticamente tiene en la cara un letrero que dice “Aléjate”, y es tal su predisposición a la maldición que no se atreve siquiera a andar con libertad por el puerto de la comunidad latina donde vive por miedo a llevar la mala suerte o que algo más suceda.

Pero a ella la maldición no le quita las ganas de conocer su cultura y sus orígenes, de conocerla de verdad y no solo con lo que su abuela Mimi y su madre Liliana le pueden ofrecer. Ella sueña con ir a Cuba en un intercambio escolar y no sabe cómo decírselo a su abuela, pues sabe de antemano que se opondría rotundamente.

Hasta este punto la historia me parecía buena pero sentía que carecía de profundidad, de algo que realmente fuera transcendental debido a que la autora se enfocó mucho en hablar del pasado de las mujeres Santos y con esto la maldición, dejando de lado el presente, lo que hacía que la historia no fluyera en el “aquí y ahora” con mejor soltura.

Volviendo a la historia, es debido a un inconveniente que se suscita en el puerto que todos los habitantes se unen para recabar fondos y así salvar a su comunidad, esto es lo que lleva a Rosa a mantener una cercanía con Alex, un marinero que ha vuelto al puerto y con el que ella tendrá su inevitable primer enamoramiento y por consiguiente todo lo que implica la maldición que trae sobre los hombros :/

Pero las mujeres Santos no solo tiene problemas con enamorarse, entre ellas hay resentimientos y palabras que no se han dicho, por lo que como toda olla exprés llega a su punto de ebullición y es después de la presión cuando viene la calma, cuando la relación entre ellas se solidifica y logramos apreciar el amor que se tienen la una a la otra y son precisamente los sentimientos, los que gracias a la ágil pluma de la autora, nos transmiten las inquietudes de Mimi y su necesidad de proteger a su nieta. Sin duda Mimi fue mi personaje favorito, ame la manera en la que se hace notar, el respeto que le tiene su comunidad y hasta su carácter reticente.

En resumen, una historia fresca con una abuelita que te hace sentir como en casa
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