La comuna de Buenos Aires: Relatos al pie del 2001

Este diciembre se cumplieron 20 años de los acontecimientos que pusieron fin al gobierno de Fernando de la Rúa y que proveyeron las postales de la debacle argentina: saqueos, cacerolazos, represión con balas de plomo, manifestantes agonizando en vivo y en directo en el noticiero, ahorristas pintando bancos, y esa bronca colectiva sintetizada en el lema “que se vayan todos”. Yo tenía 17 años, acababa de recibirme de la secundaria, no entendía demasiado los pormenores de lo que ocurría, pero recuerdo en medio del horror que ya devenía absurdo haber sentido un rayo de esperanza: la gente había tomado las calles. Una sociedad anestesiada por las bondades del menemismo por fin despertaba. Y la lectura de este libro me dio justamente nostalgia de aquella sensación.

Las crónicas y entrevistas compiladas en este libro fueron escritas en el transcurso del 2002, y buscaban explicar lo ocurrido pero también proyectar sus posibles consecuencias. María Moreno entrevista con lucidez a un gran abanico de actores y espectadores: intelectuales universitarios, activistas, obreros que tomaron sus fábricas, saqueadores, curas villeros, médicos, docentes y periodistas. Sus relatos forman un mosaico que muestra la crisis en todas sus aristas: la falta de insumos en los hospitales, el surgimiento de los planes y los punteros, el hambre y la indigencia, la desocupación, la crisis habitacional. Pero también había una luz de esperanza en la conformación de asambleas barriales que, ante una profunda crisis de representación, empezaban a demandar ser protagonistas directos de las decisiones que daban forma a sus vidas.

Las entrevistas están alternadas con viñetas donde Moreno presenta aguafuertes de aquellos días convulsionados. Son mis partes favoritas, donde su pluma levanta vuelo y alcanza una gran calidad literaria. Hay referencias permanentes a la década del 70 y la dictadura militar, que también rastrean la explosión de 2001 a años de despolitización de los sectores medios, a una generación de militantes diezmada por la represión, y a políticas neoliberales de desguasamiento que llevaron al país al límite. Me pareció fenomenal que la última entrevista sea sobre Kosteki y Santillán y aquel fusilamiento que puso fin a la idea de que la política fuera a permitir que se cuestionen sus bases de poder. La viñeta final es exquisita y demoledora. Una lectura extensa que da mucho que pensar y me permitió profundizar la reflexión sobre un acontecimiento tan significativo para la historia argentina.