Nati, Marga, Patricia y Ángels son cuatro mujeres que tienen "discapacidad intelectual" y han pasado de vivir en una residencia donde eran cuidadas (y privadas de su total capacidad para tomar cualquier decición), a hacerlo en un piso tutelado. Sus vidas siguen siendo controladas por el estado y estas cuidadoras se encargan de controlar que no se "descarríen". La historia me ha gustado un montón. Muy acertada la crítica tan cruda que hace a este tipo de residencias donde no se tienen en consideración los deseos de sus pacientes, como si fueran personas sin derecho a nada y todo se soluciona drogándolos con medicación. Atontándolos, los frenan y los controlan mejor. También se habla, aunque mas por encima de los problemas con la vivienda, y de las situación de los okupas en Barcelona. Me ha gustado también mucho que las cuatro protagonistas tuvieran voces muy marcada y diferentes, pudiendo distinguirlas perfectamente. Todas con vidas y deseos muy diferentes, pero todas saben lo que quieren y lo que no quieren. Es bastante duro ver como su opinión no cuenta. No interesa. El final me ha parecido muy duro y triste. Me ha emocionado bastante, y no en el buen sentido. Aunque, imagino, es bastante realista. Interesante el movimiento de "lectura fácil", un tipo de escritura orientada a que todas las personas puedan entender y acceder a la cultura por igual. Me parece una iniciativa importantísima y la desconocía. Aunque el libro no la cumpla al 100%, si que hay partes así. La pega que le pongo a esta novela es que se me ha hecho algo larga y repetitiva. Creo que con la mitad de páginas se podría haber llegado a lo mismo sin resultar, en ocasiones, cansina y cargante. Aún así, muy muy recomendable. |