Bajo el metal

No me gusta dejarme llevar por las expectativas, por eso siempre acabo dejando espacio después del «boom» de la salida de algún libro y apenas conozco el argumento de mis lecturas, pero me encontré este libro en la Biblio y, al haberme encontrado solo críticas super positivas, decidí lanzarme a la aventura para pasar unas tardes entretenidas con esta historia... pero las tardes se alargaron hasta convertirse casi en un mes.

Realmente el libro es cortito, especialmente para ser uno de ciencia ficción, pero dentro de este mismo aspecto, se agradece que la autora no entre en explicaciones muy específicas del trabajo de mecánico, de todos los objetos de los cuales hacen uso, ni tampoco describir en qué consiste cada uno de los instrumentos para arreglar máquinas. Porque para mí, sin eso, ya se me hizo muy denso y cuesta arriba.

La primera mitad fui leyéndola de muy poco en poco, un capítulo o dos por día para al menos no perder el hilo de la historia y con la esperanza de engancharme tarde o temprano y el enganche llegó, no lo voy a negar. En cuanto la trama comienza a desenredarse poco a poco, surge una cierta relación romántica que me tuvo fangirleando por su cuquicidad, los propios personajes comienzan a tener una función más grande que solo deslizarse por la misma rutina diaria y, de pronto, me encontré leyendo ávidamente para saber cómo iba a desenvolverse todo eso y si el desenlace sería de mi agrado.

El cual no puedo negar que me haya disgustado, es decir, todo acaba de una manera correcta y sin cabos suelos, en eso estoy muy satisfecha. El problema es que la novela es demasiado corta para poder conocer el mundo, sus problemas y todo lo que hace a los personajes actuar como lo hacen. Así que al final todo se resuelve con sentido, sí, pero me ha sabido a poco.

Los personajes también han sido un punto débil para mí, son muchos y, al estar basado en Japón, me costó hacerme a sus nombres, además de que a veces se referían a ellos por su nombre, otras por su apellido y otras por su rango y llegó un punto en el que ni siquiera me esforzaba por reconocer quién era quién y qué es lo que hacía en la trama. Me habría gustado una mayor profundidad en caad uno de ellos, al menos en los importantes de cara al final, porque con ese desenlace me he sentido un poco confusa al no entender las razones de que cada uno actúe como lo hace, qué es lo que les motivaba.

También la propia atmósfera y el mundo futurístico, me ha gustado cómo se habla del mundo cuando había árboles, agua, museos... y cómo en el momento que se desenvuelve la historia todo está, básicamente, en la mierda, pero me ha faltado un poco más de desarrollo, de darme cuenta de que realmente es Japón, de qué es lo que ha cambiado, de cómo afecta eso a las vidas de los personajes. Lo único que he visto destacado muchas veces es el tema de los robots y la mafia, El Barrio escondido donde lo ilegal se cuece en cada esquina, pero incluso con escenas de sus personajes no he podido empaparme de su ambientación.

Me quedo con Hotaro y Akaashi, han sido dos personajes muy bonitos a los que he cogido mucho cariño conforme los iba conociendo y le han dado esa vidilla a la historia.

¿Dónde empieza el humano y dónde termina la máquina?
"Bajo el Metal" es una novela de ciencia ficción situada en el Japón de 2304. Hotaro e Ichiro son dos mecánicos de los suburbios de Tokio a los que se les encomienda la tarea de arreglar al último neómano, un androide ilegal con apariencia humanoide, al que planean subastar entre las altas esferas. Pero, no solo los pujadores están interesados en Akaashi, el androide, y cometer un error podría desencadenar una guerra en la ciudad.

Os recomiendo muchísimo esta historia. Primero, la forma de escribir de Irene es magnífica. Irene proyecta el entorno y usando ese mismo tono esperanzador y amargo, perfila a los personajes. Las reflexiones que la autora plantea, con naturalidad, calando poco a poco en el lector hasta quedar atrapado. Como los humanos, por el hecho de ser humanos, nos creemos con el derecho de controlar aquello que para nosotros es inferior.
¡Los personajes! Ay, qué decir de personajes que se han convertido en mis hijos. Akaashi, el neómano al que querría proteger con mi vida. Hotaro, el mecánico al que le haría una tortilla papas para que no se olvide de comer mientras trabaja. Nanase, Ichiro... ¡Todos! Me quedo con absolutamente todos. Pero el que más interesante me ha parecido, ha sido Yoite Nakahara, chapó. No encontrarás a dos personajes iguales, y eso es lo que más me ha gustado de cada uno de ellos.

En esta historia, además, podréis encontrar representación mlm, wlw y nb.

ente prohibidos.Así conocemos también a 4K44.5h1 v 3004 (Akaashi para los amigos) que personalmente es el personaje que más me ha gustado de la novela. Él y la dinámica que forma con Hotar?.Y quizás eso es lo mejor y lo peor de la novela, en mi opinión. Lo mejor, porque como os he dicho me encanta Akasshi y la relación que va desarrollando con Hotar?. Lo peor porque he sentido que el resto de tramas y personajes palidecía en comparación y que estaban un poco desligadas de la trama de estos dos, pese a que están en el meollo de todo, o casi!Pero aún así ha sido una lectura más que recomendable!Luego me enteré de que tiene dos relatos (en Lektu): Relatos que que se desarrollan en el mismo universo, aunque las tramas, personajes y espacio temporal son diferentes y que por razones obvias al ser tan cortitos no voy a hacer foto (que además así aligero que os debo un montón de lecturas!). Son ¿Los quieres? y Si te reencarnas en cosa... Aunque son independientes os recomiendo leerlos después de Bajo el Metal, puesto que dan pistas del comportamiento de los neómanos y lo interesante de Bajo el Metal es ver la evolución y el comportamiento de Akaashi y Hotar?. (Sobre todo si os gusta el slowburn! +upsy! sorry! mini-spoiler!)UPDATE: Recientemente la autora ha subido otro relato, que esta vez si es continuación de Bajo el metal. También está disponible en Lektu en modo pago social.

El otro día os hablaba de un libro que me dio lo suficientemente igual como para que me diera pereza hacer la reseña; hoy, por el contrario, os traigo una historia que me ha gustado muchísimo.
En ella, nos encontramos con dos mecánicos de la casta más baja de todas, y son conocidos en todo Tokio por aceptar encargos de toda clase. Sin embargo, uno de sus clientes habituales y uno de los hombres más poderosos les encarga reparar un robot ilegal para subastarlo, lo que supondrá un reto para ellos.

Haciendo memoria, me sonaba que no había leído una distopía en mucho tiempo, y echando un vistazo a las reseñas del blog me he dado cuenta de que hace más de medio año que no os traigo ninguna.
Tal vez por eso he disfrutado tantísimo de Bajo el metal, aunque hay muchísimas más cosas que han influido en que haya disfrutado tanto de la lectura.

En primer lugar, tengo que decir que Irene Morales escribe de maravilla. Tiene esa clase de estilo que te traslada inmediatamente a la ambientación y la historia que quiere contar, y ha sido como si estuviera en el Japón del siglo XXIV.
Las descripciones están fenomenal, además de conseguir transmitir a la perfección los sentimientos y pensamientos de los personajes.

Hablando de personajes, los protagonistas me han enamorado de principio a fin. Sí es verdad que a lo mejor hubiera hablado un poco más de la vida de Ichiro y Hotaro antes del taller, sus inicios y demás, pero es la única pega que le pongo, porque de verdad que me han encantado.

Algo muy a favor de la novela, y que creo que nunca antes había visto, es que me ha hecho reflexionar sobre la inteligencia artificial y lo "humano" que puede llegar a ser un robot, la sublevación de las máquinas, etc, además de que, al paso que va el mundo, no lo veo como un futuro tan descabellado.

La ambientación distópica es genial: las luces de neón y el lujo del palacio imperial se mezclan con los tugurios de los bajos fondos. Además, está la parte de la guerra con os robots, tras lo cual Japón los ilegalizó y cerró fronteras; como veis, ya no estamos sólo ante descripciones de las calles, sino ante un sistema político y social muy complejo.
Me encanta que la autora haya tenido en cuenta todos los detalles de este futuro.

Bajo el metal ha sido un cambio en mis lecturas recientes, y creo que debéis darle una oportunidad; si no es por sus personajes increíbles, que sea por lo bien que está escrito o por la ambientación y los temas que plantea. de verdad que merece muchísimo la pena darle una oportunidad.
Enlace: http://perdidaentrenovelas.b..

La verdad es que yo no tenía intención de leer este libro porque de primeras no me llamaba mucho la atención, pero tras ver que estaba teniendo una muy buena acogida por redes sociales y que todas las valoraciones de Goodreads no bajaban de las tres estrellas, decidí leerlo y un día que estaba en una librería y lo vi, me lo acabé comprando. Me he sentido algo decepcionada con este libro. Esperaba que me acabase gustando tanto como al resto de personas que lo habían leído, pero no ha sido así. Por supuesto, no todos los libros están escritos para que a mí me gusten, pero con este me ha dolido un poco más de lo normal.

Hotaro e Ichiro son mecatrónicos en los bajos fondos de Tokio, por lo que, aceptar cualquier encargo si está bien pagado no es un impedimento. Un día, la mafia, les encarga arreglar y actualizar a Akaashi, un androide y el último neómano del país. A partir de aquí, comienza una narración que gira en torno a esto y descubriremos que, a pesar de ser un androide, Akaashi es más humano de lo que parece. A la par se nos introducirá en la narración momentos con otros personajes que luego tendrán mayor importancia en la historia pero, de primeras, no tiene mucho que ver con la trama principal.

En relación a esto último, tengo que decir que las partes en las que la autora nos introducía otros personajes me resultaban muy confusas. No estoy acostumbrada a los personajes con nombres japoneses, pero tampoco debería de haber supuesto ningún problema. El problema y gran fallo de esta historia, es que, en ningún momento se nos presenta a los personajes. No hay descripciones. Esto pasa con personajes y ambientación. Podría haber sido maravilloso descubrir cómo es el Japón de 2304 que se ha inventado la autora, pero en ningún momento se nos presenta. al ser una historia de ciencia ficción que tiene lugar en el futuro y en un país como Japón, las descripciones deberían de ser obligatorias tanto en personajes como en ambientación.
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