Una pasión escrita

Victoria es hija de un diplomático. Tras vivir bastantes años en Viena, regresa a Madrid, su ciudad natal. El contraste entre el refinamiento y la libertad vienesa y el Madrid encorsetado de principios del siglo XX le supone un gran choque. Su destino en España parece ser codearse con la flor y nata de la sociedad madrileña, encontrar un buen partido, casarse con él y tener hijos. Pero a ella lo que le gusta es escribir. Ya lo hacía en Viena, de forma aficionada y pretende hacerlo también en España. El problema es que aquí no está bien visto que una señorita escriba. Aunque, ya se sabe, siempre hay otra forma de hacer las cosas…

Por otro lado, tenemos a Diego que acaba de terminar la carrera de Derecho e, hijo de un impresor, quiere salir de la imprenta familiar y dedicarse al periodismo. Son años en los que están surgiendo muchos periódicos y algunos de ellos aspiran a ser imparciales y contar la verdad y no lo que dictan los poderosos.

La novela se estructura en torno a estas dos tramas que transcurrirán paralelas a lo largo de unos cuantos años. Con ellas la autora pretende mostrarnos dos aspectos relacionados con la escritura: la escritura de libros y la de periódicos. Una de ellas en manos de una mujer, otra de un hombre. Cada uno tiene que enfrentarse a dificultades, no os vayáis a creer que Diego lo tiene más fácil por ser hombre. Sí que hay cosas que le serán más fáciles por su condición masculina pero, al no pertenecer a las clases pudientes, hay puertas que le resulta muy difícil abrir. Victoria, en cambio, tiene los salones de las grandes casas abiertos por su condición de hija de diplomático; no obstante, a la hora de escribir y, sobre todo, de publicar sus escritos, su condición femenina va a ser un obstáculo. Pero no es la única mujer que escribe. Algunas lo hacen con un pseudónimo, escondiéndose tras un nombre masculino. Pero otras lo hacen con su propio nombre y ya empiezan a ser conocidas. Autoras como Concepción Arenal o Rosalía de Castro aparecen en la novela como personajes secundarios. Ya en aquel momento eran reconocidas por su buen hacer. También veremos cómo algunas mujeres se juntaban para intentar conseguir ciertas cosas aunque, en muchos casos, eran ellas mismas quienes se ponían limitaciones. No así Victoria, una mujer fuerte y valerosa que no se resigna al camino que su familia le ha trazado

La novela abarca cinco años, de 1879 a 1884 y va avanzando cronológicamente, alternando las historias de ambos protagonistas. Como resulta obvio desde el principio, llega un momento en el que confluyen y no es difícil adivinar cómo. Es un narrador omnisciente quien nos va a contar las dos historias, centrándose en los dos personajes principales, que son los que mejor desarrollados están. Ambos me han gustado mucho pero, si tuviera que elegir uno, cosa rara, me quedaría con Diego; es el que más me ha llegado.

Se nota que tras la escritura de esta novela hay un arduo trabajo de documentación. La autora da muchos datos sobre el Madrid de la época, el periodismo que se hacía en la capital, la situación de las mujeres, las diferencias de clases… Todo ello hace que sea una novela fundamentalmente histórica, especialmente recomendable para quienes nos gusta el género. Y es que tanta profundización en los datos hace que en algunos momentos la novela pierda ritmo. Resulta en todo momento fácil de leer y entretenida, pero es verdad que en ocasiones se para demasiado en ciertos aspectos y no desarrolla otros que podrían resultar interesantes. Y aquí está el “pero” que le pongo y es que no profundiza en la relación entre los personajes, que sin embargo se adivina desde el principio. Sabéis que no soy lectora de romántica y sí de histórica, así que mi “pero” no va por el hecho de que prime la Historia sobre el amor pero es que hay momentos en que creo que la trama pide algo más (o menos periodismo y escritura o más relaciones personales). Creo que la autora ha desaprovechado una trama que podría haber sido muy interesante pues la diferencia de clases entre ambos protagonistas podría haber dado mucho juego.

Conclusión final

“Una pasión escrita” es una novela muy bien escrita, muy bien escenificada, sobre el periodismo y la escritura femenina en España a principios del siglo XX. Una novela costumbrista que refleja muy bien la sociedad de la época y los problemas a los que se enfrentaban tanto las mujeres como los hombres de cierta clase social. Una novela que me ha gustado en líneas generales pero en la que me ha faltado la “pasión” del título.


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