Julia está bien

"Julia está bien" es la primera novela para un público adulto de Bárbara Montes. Para ser la primera, me ha dejado con la boca abierta, ha comenzado con mucha fuerza. Por mi parte, ya espero con ansia otra novela suya.

La manera que tiene Bárbara Montes de narrar la historia me ha resultado muy cercana, con ritmo y adictiva. Por momentos he sentido como si Julia fuese alguien de la familia, a quien conocía de siempre, un poco como mi abuela. Sofía, por el contrario, es un trocito de mí, de mis amigas, o de muchas de las mujeres que conozco. No me ha resultado difícil quedar atrapada en la historia desde la primera página.

"Julia está bien" está narrada a dos tiempos. El presente, con Sofía cuidando de su abuela Julia; y el pasado, la vida vivida por Julia que ella misma narra a su nieta. Los capítulos de un tiempo u otro se van alternando, en función de los sucesos de la vida actual.

Ambas partes van a atrapar al lector por igual, a pesar de las diferencias.

En el presente, la vida de Sofía cambia radicalmente cuando descubre que su marido le engaña, y además como la empresa es del marido, este la despide.

Sofía pasa por muchos estados, con los que es fácil que el lector se sienta identificado. Totalmente abatida por la situación, dejada y pensando que no vale para nada. No se siente bien consigo misma, ni física ni psicológicamente. En parte piensa qué ha podido hacer mal para que su marido le hiciera eso o qué ha ocurrido durante los años de matrimonio. Es más, para ella el tener que ir a vivir con su abuela y cuidarla es como dar un paso para atrás. Sentimientos que, después de pasar por lo que ha pasado, todo lector entenderá e incluso puede que se vea reflejado. Eso sí, poco a poco, y gracias a su abuela, su actitud y su idea de sí misma empezará a cambiar y el lector irá recuperándose con ella.

Sofía aprende a quererse a sí misma, a valorarse, algo que todo el mundo debería de saber hacer. Los kilos de más no son un problema, ni algo malo. Arriesgarse con un nuevo trabajo mientras cuida de su abuela tampoco es algo malo, al contrario, gana una independencia, mientras descubre que tiene la fuerza y la capacidad para ello. Aprende a perdonar, a pararse y mirar atrás, para poder continuar hacia adelante.

En todo esto tiene parte de culpa su abuela Julia, quien desde el primer momento también enseña su fortaleza. Algunos de los comentarios que realiza, fuertes, directos y sinceros, para hacer reaccionar a Sofía, me han hecho soltar una carcajada. Aunque en un primer momento al lector le puede dar la sensación de que son hirientes, o de que no es la mejor manera de ayudar a Sofía, pronto se descubre que no es así. Julia conoce muy bien a su nieta, y sabe que teclas tiene que pulsar para que Sofía abra los ojos.

Julia narra su historia a su nieta, de esta manera, traslada al lector a Mérida y Badajoz en 1934. Julia nos cuenta cómo conoció a su marido, Salvador, y cómo era la vida en aquella época. También conoceremos de primera mano la Guerra Civil, lo que implicaba estar en un bando u otro, los riesgos y penurias por los que Julia y su familia tenían que pasar.

Julia no ha tenido una vida fácil, pero nunca se ha rendido, siempre ha sacado el valor y la fortaleza para luchar por lo que quería: una vida junto a Salvador.

Leer ciertas escenas no es fácil. Se me ha encogido un poco el corazón con el trato que Benita, la madre de Julia, daba a la propia Julia y al resto de sus hermanas. El hambre que había por culpa de la guerra, las injusticias, las palizas y los fusilamientos, en muchas ocasiones sin motivo.

Eso sí, me ha gustado mucho que Bárbara Montes haya elegido esa época para narrar la vida de Julia, y de esta manera que el lector esté más cerca de un trocito de la historia de nuestro país, y de la historia de muchos de nuestros abuelos.

Julia y Sofía son un claro ejemplo de amistad, de complicidad y de la necesidad de hablar, de tener en quién apoyarse. Ambas se ayudan mutuamente, sólo escuchando y estando al lado la una de la otra. La relación que nace entre abuela y nieta me ha encantado.

El apunte final de "notas de la autora", consigue que el lector vaya un paso más allá en la historia de Julia y Sofía, desvela la delgada línea entre la ficción y la realidad.

"Julia está bien" es una novela que va a atrapar al lector entre sus páginas, una novela de las que marcan y no se olvidan.


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