Julia está bien

“Julia está bien” es una novela basada en la vida de la abuela de la autora. Imagino que habrá mucho de realidad pero también mucho de ficción en ella y la verdad es que la combinación de ambas da como resultado una bonita novela de muy agradable lectura.

En esta historia conoceremos a Sofía, que no está pasando por su mejor momento personal, acaba de pillar a su marido con otra, ha perdido su trabajo y tiene la autoestima por los suelos. Mientras no encuentra otro trabajo, su madre y sus tías le proponen que cuide de su abuela Julia que, cerca de los 100 años, necesita que alguien viva con ella, además Sofía siempre se ha llevado muy bien con su abuela, pero claro vivir con ella y cuidarla es otro tema. Lo que no imagina es que durante el tiempo que va a pasar con su abuela, esta decidirá contarle su historia, como nunca se la ha contado a nadie.

La novela irá alternando las historias de estas dos mujeres, que tan bien se complementan, en dos planos temporales, los años treinta y la actualidad. Por un lado empezamos conociendo a Julia en 1934. Era una chica muy tímida y dominada por una madre que apenas le permitía moverse de casa, pero poco a poco, sobre todo desde que conoce a Salvador, y también gracias a su hermana Ana, Julia irá cambiando. Las circunstancias de la época que le ha tocado vivir, además, pondrán a prueba su valor, su arrojo y su capacidad de lucha. Si algo demostrará Julia es que está dispuesta a luchar por lo que quiere por muy arriesgado que resulte.

Por otro lado tenemos a Sofía, una mujer llena de dudas, ¿volver con su ex o no? ¿recuperar su trabajo o lanzarse a una aventura por su cuenta?... Sofía me ha resultado un personaje muy fresco y si sigues a la autora en Twitter te darás cuenta mientras lees que Sofía tiene mucho de Bárbara, sobre todo de su sentido del humor o al menos a mí me lo ha parecido.

Como decía es una bonita novela y me ha gustado bastante. Las dos protagonistas son mujeres muy reales y sus historias nos hablan del pasado y el presente, de triunfos y fracasos, de amor, de valor, de arriesgarse, de equivocarse y aprender de ello.

Es cierto que pensé que me resultaría más emotiva, pero sí ha logrado arrancarme la sonrisa en más de una ocasión y cómo no, hacerme reflexionar sobre lo valioso de las historias que todavía nos pueden contar nuestros abuelos (buenos, quienes todavía los tengan). Seguro que muchos nietos o bisnietos de la actualidad no tienen ni idea (y probablemente tampoco interés) sobre el pasado de sus mayores y es una pena, porque no duran para siempre y luego será tarde.

Si todavía tienes unos abuelos o bisabuelos con quienes puedes hablar no lo dejes para “más tarde” y menos en estos tiempos.

Enlace: https://bitacorademislectura..