Abisal: Lo olvidado siempre vuelve

Esta segunda parte de la bilogía “Eternidad” no me ha defraudado en absoluto y, después de la maravillosa fantasía que encontré en “Incandescente”, Alba Montero Jodra consigue ofrecer con “Abisal. Lo olvidado siempre vuelve”, un libro que pone el broche perfecto a los entrañables personajes que ya conocimos en la obra anterior y a otros nuevos que difícilmente no robarán nuestros corazones. Si ya el anterior libro iba enseguida al grano, en este considero que podemos observar una evolución en la narrativa de la escritora que nos plantea una novela incluso más dinámica, plagada de acción, aventura y también de momentos verdaderamente emotivos.

Tras los sucesos que marcaron la vida de Ignis / Incendiaria y Mizu / Pluma de Fuego, nuestra heroína contará con la ayuda de su propia hermana Nereida, convertida en Aqua, para volver a librar al mundo de una nueva amenaza. En este caso tendrán que hacer frente a criaturas que han parecido colarse desde el mismo infierno al mismo tiempo que Aqua conoce y perfecciona sus poderes y trata de encontrar a un compañero animal como en todo momento tuvo Incendiaria en la figura del pato de fuego. En este contexto, diferentes vicisitudes harán que Aqua tenga que estar preparada para numerosas y peligrosas aventuras incluso sin ser del todo consciente de sus poderes y del mundo mágico en el que se mueve.

Me ha encantado el tono más oscuro que nos ofrece este libro. Si bien pudimos encontrar una moralidad un tanto gris en la figura de los noctúnix de “Incandescente”, ahora la maldad será inequívoca y nos ofrecerá además momentos mucho más crueles y descarnados. Por otro lado, el universo se amplía y conocemos muchísimas más criaturas mágicas entre lo que debo destacar el mundo de las sirenas y, en general, todo lo que se desarrolla bajo las aguas, ya sean fluviales u oceánicas. Igualmente, la cosmogonía creada en torno a las aves sagradas y creadoras es verdaderamente genuina y la manera en que la autora explica la formación de nuestro planeta y de la vida en él aunando sus conocimientos científicos con su imaginación fantástica, da lugar a una narración de gran belleza.

En cuanto a los personajes, el punto cómico lo sigue aportando Pluma de Fuego, al que ahora se une la ternura de Siren. Aunque en este segundo libro se quiere poner más de relieve la figura de Aqua, considero que es complicado que se llegue a empatizar tanto como con Incendiaria puesto que en el anterior libro (quizás más introspectivo) conocimos más detalles de su vida. En este sentido, seguimos siendo partícipes de su lucha interna personal, algo que da mayor sensación de cercanía. Sin embargo, queda de relieve que forman un gran equipo para hacer frente a las complejas situaciones que se les presentan encontrando, además, en todo momento ese apoyo mutuo al que se une el resto de personajes. Reconozco que me ha dado verdadera pena terminar una bilogía cuyos protagonistas y universo en general despiertan tanta ternura, únicamente puedo añadir que sería feliz leyendo mucho más acerca de sus mágicas aventuras.