Puede que todos conozcan Metrópolis, la película muda alemana de 1927, dirigida por Fritz Lang y con guion de Thea von Harbou, su esposa, quien también escribió una novela del mismo nombre en 1926. Si les maravilló e impactó la distopía que nos presentaba la mega producción, una de las más costosas en los orígenes del cine, están (como yo) de enhorabuena. El artista argentino Christian Montenegro ha creado una impresionante novela gráfica que rinde homenaje a la película y la transforma en alucinantes viñetas. «En las profundidades de la tierra yace la Ciudad de los Trabajadores». Tanto la película como la novela gráfica nos cuentan la historia del enfrentamiento de las dos y diferenciadas clases sociales que habitan la impresionante Metrópolis. Por una parte, los ricos y poderosos que viven en los altos y luminosos rascacielos de la superficie, y por otra, la extenuada clase trabajadora, condenada a sobrevivir en las profundidades para mantener en funcionamiento las monstruosas máquinas que dan vida a la ciudad. En medio de todo esto estará Maria, una joven de clase baja que representa la esperanza para los trabajadores, y que aguarda a la aparición de un mediador entre ellos y los ricos, alguien que los ayude a transformar su situación. También nos encontraremos con Joh Fredersen, el hijo del hombre que controla toda la urbe. Un joven que se enamora de Maria y que, tras bajar a la Ciudad de los Trabajadores a buscarla, descubre la precaria situación en la que están condenados a subsistir. «¡¿Por qué tratamos tan mal a aquellos que con sus manos construyeron Metrópolis?! ¿Y si esos de las Profundidades se levantan contra ti un día?» . A través de ilustraciones monocromáticas y de una geometría llena de luces y sombras que evoca a la perfección los grandiosos escenarios de la película original, Montenegro hace un trabajo asombroso llevando al lenguaje de la novela gráfica toda la potencia y espectacularidad de la película. Desde el acierto de empezar con los mismos pistones, el reloj y las derrotadas masas de trabajadores en el cambio de turno, hasta el hecho de utilizar casi en exclusiva los mismos diálogos que podemos leer en los interludios de la película original. Una de las cosas que más me intrigaba al empezar a leer era cómo lograría el artista trasladar al papel los movimientos y las expresiones de cierto personaje con un origen robótico muy particular, pero cuando vi la solución y esos ojos desiguales quedé encantada (y con ganas de aplaudir). Los maquillajes blancos de la película en los que las cejas juegan tanta importancia son aquí igualmente destacados, pero el artista da un paso más y hace así a cada personaje aún más único y reconocible en el papel. «¡PADRE, PADRE! ¡¿NUNCA SE ACABARÁN ESTAS DIEZ HORAS?!». Una de las particulares de la edición es que está acompañada por un muy interesante epílogo firmado por Fernando Martín Peña, el director de la sección de cine del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, quien recuperó en 2008 en Argentina una copia de la película en su versión extendida. Unos 25 minutos de metraje adicionales a los que estaban disponibles y que se creían perdidos después de que los originales fuesen robados y destruidos. Ese hallazgo permitió que en 2010 se pudiese realizar un nuevo montaje de la película, quizás el más cercano al original. Si aún no habéis visto Metrópolis, hacedlo, y luego busquen la novela gráfica de Christian Montenegro que es un homenaje espectacular que hará muy feliz a cualquier fan. Es la mejor manera de volver a visitar esa impotente ciudad donde la injusticia está enraizada, redescubrir a sus habitantes y sus luchas. No se me ocurre mejor plan para una tarde que revisionar Metrópolis seguida de esta lectura. O pueden empezar por la novela gráfica, puede que así las ganas de perderse en la película sean aún mayores. ¿Han leído Metrópolis? ¿Les llama la atención? Enlace: http://inthenevernever.blogs.. + Leer más |
#Filbita2023 es un festival de 4 días de literatura para las infancias.
Del 9 al 12 de noviembre 2023.
Actividades para chicas y chicos de todas las edades. de 0 a 100, ¡todxs bienvenidxs!
Talleres, charlas y mesas para adultxs
2 autores extranjeros y más de 50 argentinxs.
Más de 50 actividades: lecturas, entrevistas, conversaciones, paneles, música, performances, talleres, clases, experiencias literarias y más.
Todas las actividades son gratuitas y presenciales.
Los talleres y las actividades para chicas y chicos son con cupo limitado y por orden de llegada.
“La perplejidad es buena, pensar es bueno, discutir es bueno, preguntarnos, desconcertarnos es bueno. Es cierto que es ‘inseguro' pero es lo único que nos mantiene vivos”, dice Graciela Montes en uno de los artículos de la frontera indómita. Dice también que “los lectores se hacen con lectura, lecturas del mundo, lecturas de sucesos, de entornos, de circunstancias, de personas, de gestos, de paisajes, y lecturas de letra”.
Como Graciela, creemos en la perplejidad y en el arte. Porque sabemos que nos volvemos lectoras y lectores cuando un libro nos nombra, nos empuja a crear en el vacío, es que este año celebramos la democracia con libros, lecturas y artistas, a partir de la creación colectiva, la gestación de espacios comunitarios que bienvienen a las chicas y los chicos y los hacen parte de la gran conversación de la cultura y la literatura.
Las tardes en la plaza. Los juegos en la escuela. Los saludos por el barrio. Las canciones que tarareamos. Las escondidas a la siesta. Los cohetes de cartón. La soga que sube y baja, nenas y nenes que saltan. ¿De qué están hechos todos esos momentos?
Están hechos de palabras. Desde que nacemos y alguien nos nombra. Cuando crecemos y vamos poniendo nombre al mundo. Está hecho de palabras heredadas, inventadas, que intercambiamos, que habitamos. de historias que contamos para nosotros y para otros.
En los libros, en la literatura fuera de los libros, en las historias, están las palabras, y también estamos: nosotros y los otros. Y ahí, nos encontramos.
Es por eso que en su 13º edición, el Festival de Literatura Infantil #Filbita 2023 invita a chicas y chicos de todas las edades, a gente que está creciendo, a lectores que acompañan a otros lectores, a creadores, artistas y mediadores a pensar en las formas de crear comunidad, de compartir espacios reales y simbólicos, de hablar una y muchas lenguas, mirarnos, escucharnos.
Filbita es posible gracias a la colaboración de muchas personas e instituciones. A lxs autores, artistas, editoriales y organizaciones que nos acompañan, ¡muchas gracias!
A lxs chicxs que harán que el festival sea todavía mucho mejor de lo que soñamos, ¡bienvenidxs y gracias!
Las ilustraciones de esta edición estuvieron a cargo de Paz Tamburrini, ¡gracias por la belleza!
Gracias a Fundación Santander, Mecenazgo y Eterna Cadencia.
Participantes
Adolfo Serra (España), Ed Vere (Inglaterra) Soledad Alonso, Vanna Andreini, María Aranguren, Dayana Álvarez Piñeros, Silvia Badariotti, Carla Breslin, Florencia Cambariere, Ine Capurro, Nicolás Castelo, Valeria Cervero, Vivi Chaves, Fabián Chazarreta, Mariana Cincunegui, Sandra Comino, Horacio Convertini, Milagros Corcuera, Pablo Dacal, Leila Ducrey, Loreley El Jaber, Inés Garland, Florencia Gattari, Pola Gómez Codina, Betina González, Gustavo Gottfried, Marina Haller, Isol, Clara Lagos, Federico Lamas, Verónica Maggio, Guillermina Mammarela, María Fernanda Maquieira, Guillermina Marino, María Eugenia Marino, Christian Montenegro, Graciela Montes, Noe Nicolino, Lourdes Ortiz, Belén Parisi, Marina Peralta Gavensky, Peripleras, Melina Pogorelsky, Maura Rivero, Silvina Rocha, Theo Rubel, Luciano Saracino, Carolina Salvini, Claudia Stella, Paz Tamburrini, Vanessa Zorn