Las esferas del tiempo

La ciudad de Barcelona se prepara para celebrar uno de los acontecimientos más importantes de la historia, la Exposición Universal de 1888. Durante los preparativos para la inauguración son constantes los incidentes y retrasos que surgen pero uno de ellos es el más preocupante. Alguien está petrificando a los ciudadanos de Barcelona. Las víctimas son numerosas pero las autoridades no informan de estos incidentes para que no cunda el pánico entre la población y para no manchar la imagen de Barcelona. Atraídos por el dinero que dejará la Exposición en la ciudad, una feria de fenómenos llega a Barcelona. Allí trabaja Domènec, un joven huérfano que es expuesto en ese curioso espectáculo como “el chico dragón” debido a las escamas que le cubren su cuerpo. Domènec ansía huir de allí pero sin familia y sin recursos pocas son sus opciones de sobrevivir. Hasta que una tarde durante un espectáculo un ladrón roba un reloj durante uno de los pases. Esto cambiará el destino del muchacho.

El libro me ha gustado. La historia está ambientada en la primavera de 1888 en la ciudad de Barcelona mientras se llevan a cabo los preparativos para la Exposición Universal que se va a celebrar en la ciudad condal durante ese año. La ambientación me ha gustado ya que el autor nos describe de forma breve pero concisa cómo era la situación económica, social y política de la Barcelona de esa época. Creo que esto es un acierto al ser una novela de fantasía juvenil. Lo que más me gustó de la historia es el misterio que rodea a la trama y a los personajes ya que esto ha hecho que me enganchara a la historia y que no pudiese dejar de leer hasta finalizar el libro. Me gustaron mucho las referencias a los mitos griegos y egipcios así como la importancia de la arqueología y la egiptología y su relación con las misteriosas esferas doradas que se mencionan en el libro. La verdad que la idea de estos artefactos me recordó un poco a los frutos del Edén de Assassins creed ya que en ambas tramas se les vincula con la Atlántida y me gustó mucho el papel que les dió el autor en la trama. En cuanto a los personajes decir que me gustaron porque me parecieron todos ellos individuos muy peculiares y algunos bastantes excéntricos. Aunque es verdad que me hubiese gustado conocerlos un poco más en profundidad. Mis favoritos fueron los que tenían alguna clase de poder. En relación con esto me gustó que el autor relacionase el poder telequinético de don Sebastián con su brazo mecánico (por el aire steampunk). También me gustó que en la historia apareciesen personajes ilustres de la historia. Otra cosa que me gustó fue la explicación que el autor da para el origen de los poderes de los personajes que tenían habilidades especiales, me pareció muy original. El final no me convenció mucho, me pareció algo flojo porque no soluciona el problema del Basilisco, solo lo pospone para más adelante, pero imagino que el autor ha hecho esto en previsión de seguir con las aventuras de Domènec y sus peculiares amigos. En definitiva un libro con tintes steampunk que os transportará a la Barcelona del siglo XIX y que se lee en un suspiro.

Dos son las principales motivaciones que invitan a leer este libro del escritor de novela y teatro Rubèn Montañá. En primer lugar, la ambientación en el siglo XIX con tintes de steampunk y, en segundo lugar y por qué no negarlo, porque la portada es preciosa y revela bastante de lo que nos vamos a encontrar en el interior del libro.

Para los lectores más neófitos en el tema, el steampunk es bastante frecuente en la literatura de ciencia ficción y suele ser habitual encontrar los desafíos tecnológicos más avanzados en escenarios del siglo XIX, sobre todo en Inglaterra, pero tal y como encontramos en Las esferas del tiempo, en otros lugares como Barcelona.

Ya entrando de lleno en la historia que nos ocupa, Las esferas del tiempo destaca sobre todo por los personajes porque están muy bien definidos y su evolución es muy notable a lo largo de las páginas. En la Barcelona de 1888 un monstruo conocido como el Basilisco arrasa por donde pisa hasta el punto provocar la muerte de varias personas. Sin embargo, los habitantes de la ciudad desconocen el terror que les vigila de cerca porque la fecha de la inaguración de la Exposición Universal en la ciudad está próxima y las autoridades mantienen en secreto la masacre.

Al mismo tiempo, Domènec descubre que tiene vínculos en común con el monstruo asesino dotado de poderes sobrenaturales y decide investigar. El chico es un huérfano que se dedica a exhibir su cuerpo lleno de cicatrices en el circo de Fenómenos. La vida del joven no ha sido nada fácil porque además de sentirse como un monstruo al que todos mirar con horror, piensa que es el único responsable de la muerte de sus padres porque él provocó un incendio sin querer cuando no era más que un bebé y que le provocó quemaduras en la totalidad de su cuerpo. A pesar de todo, Domènec es una persona íntegra y de gran corazón

Empujado por la curiosidad de descubrir sus orígenes, Domènec se alía con Sebastián, otra persona con habilidades especiales, para enfrentarse al monstruo. El objetivo de ambos es que Domènec aprenda a dominar el don que posee y los pequeños accidentes que suele provocar siempre relacionados con el fuego. de este modo, tratarán de controlar al Basilisco y detener el afán de este por dominar el tiempo pasado, presente y futuro donde el robo de unas esferas y la resurrección de algunos inventos ya perdidos tienen mucho que ver. Otros personajes reseñables en la historia son Emilia, Mariana, Gregorio y Eduard.

Una historia que se queda algo corta porque muy pronto los lectores nos encariñamos con los personajes y la espléndida ambientación nos sumerge de lleno en una época tan dura como alucinante donde además de los avances tecnólgicos retrofuturistas -típicos en el steampunk- también está presente la alquimia y las teorías sobre la desaparición de la Atlántida que son la base de los diferentes fenómenos sobrenaturales de algunos de los personajes y que funcionan muy bien en la trama.

En definitiva, Las esferas del tiempo es una lectura emocionante y muy completa que se disfruta mucho gracias a la intriga, la magia, la magnitud de los personajes capaces de todo y que se centra en el dominio del tiempo como una nueva forma de invasión de nuestro mundo tal y como lo conocemos.
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Las Esferas del Tiempo es una novela steampunk que despertó inmediatamente mi atención, no solo por ambientarse en la Barcelona de 1888, sino también por haber sido galardonada con el premio Joaquim Ruvra 2020. Además, no me podéis decir que la portada no es preciosa, con esos detalles dorados y los engranajes. ¡Me encanta!

Las Esferas del Tiempo nos permite viajar a 1888, a una época y una ciudad en pleno cambio. Un escenario de clase obrera, de explotación, de revoluciones sociales y de experimentos, innovaciones y exposiciones universales que serán la base de la trama a desarrollar. En esta historia conocemos a Domènec, un joven huérfano que llega a la ciudad en un espectáculo itinerante de Fenómenos, donde es expuesto como rareza debido a las cicatrices que cubren la totalidad de su cuerpo. Domènec pronto descubrirá que su vida está estrechamente ligada a un monstruo que amenaza el precario equilibrio de la ciudad condal y el de todo el universo tal y como lo conocen. Domènec, con la ayuda de Sebastián, un hombre con habilidades especiales como él, deberá aprender a controlar su don para hacerle frente al temido villano, conocido como el Basilisco, y poner fin así a su idea de dominación de la idea del tiempo pasado, presente y futuro. ¿Qué ocurrirá?

Doménec es un joven huérfano que llega a la ciudad en un espectáculo itinerante de Fenómenos, donde es expuesto como rareza debido a las cicatrices que cubren la totalidad de su cuerpo, y que vive con la losa de haber sido el culpable de la muerte de sus padres en un incendio que él mismo, inconscientemente, provocó cuando apenas era un bebé. Con todo es un crío curioso y alerta, inocente y de buen corazón, pese a haber tenido una vida difícil y marcada por el rechazo y desprecio. Me ha parecido que ha tenido una evolución bastante buena y razonable y he disfrutado mucho con su crecimiento personal, especialmente en los capítulos finales.
También tenemos a personajes como Sebastián, un hombre familiarizado con los dones que comparte con Doménec y que pronto se convierte en su maestro y guardián. Una figura de padre y persona responsable que se preocupa por él más allá de intereses personales. Emilia, Gregorio, Eduard, Mariana, etc., también son otros personajes recurrente.

Es una novela con un planteamiento muy atractivo pero que se me ha quedado algo corta. Con unas justas 300 páginas, Rubén Montañá nos transporta a una época y un universo steampunk del que me hubiese gustado conocer más en profundidad. No digo que la historia no sea rica en matices y en trama, porque la línea argumental me ha parecido de lo más original, con buenos giros de trama y llena de intriga y misterios a cada paso; sino, más bien, que no le hubiera venido mal algo más de contenido y descripciones situacionales y personales de los personajes. Con todo, me ha encantado su ambientación en la Barcelona de finales del siglo XIX. Hay un buen contraste entre la explotación de los trabajadores y los avances tecnológicos e industriales de la época, y esos escenarios casan muy bien con el uso de la mitología atlante, la alquimia y las teorías sobre la desaparición de la Atlántida que son, al fin y al cabo, la base y fundamento de la trama de los poderes y habilidades innatas de nuestro protagonista Domènec, entre otro personajes.

En resumen, 'Las Esferas del Tiempo' es una novela juvenil de estilo clásico y steampunk de lo más entretenida y original, con buenas dosis de misterio y escenarios y dones atlantes que le dan un toque más mágico y mitológico al escenario donde se desarrolla: la Barcelona del siglo XIX. Seres extraordinarios, intriga y una lucha por la dominación del tiempo que disfrutarán tanto peques como mayores.

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Domènech es un chico de catorce años que ha vivido toda la vida encerrado y expuesto en una jaula, ya que por su piel quemada es considerado un engendro. Pero hay algo que sólo él conoce: aunque no sabe cómo usarla, posee una habilidad que le permite controlar el fuego. Gracias a una niña que puede hacerse invisible descubre que hay más personas como él. A esto se suman un misterio relacionado con unas esferas de oro milenarias y un asesino en serie que anda suelto. Cositas.

Este libro de fantasía está ambientado en Barcelona en 1888, el año en el que se realizó la exposición universal. Se describe el ambiente tenso de esa época; había que prepararlo todo deprisa y corriendo y no daban abasto. Faltaba mano de obra y las condiciones de trabajo eran pésimas. Se mencionan tanto lugares conocidos de Barcelona, como personas célebres de la época. En ese aspecto me ha encantado.

El planteamiento de las personas con habilidades especiales y sus misterios derivados no son algo novedoso, pero cada descubrimiento que desvela la trama da pie a otro enigma a un mayor, generando curiosidad por saber cuál será la revelación final. Esto es quizás lo que menos me ha convencido de esta historia. El desenlace me ha resultado precipitado. El personaje que desvela el enigma da mucha información que de alguna manera podría haberse administrado de otra forma que resultase menos pesada.

En definitiva, es un libro que recomiendo si os apetece leer algo de fantasía juvenil con un toque steampunk, si queréis perderos por las calles de la Barcelona del siglo XIX y, ¿por qué no? si os gustan los libros con un diseño bonito

Aunque esta novela ha permanecido mucho tiempo en mi estantería esperando su turno, cuando le llegó su momento os aseguro que voló entre mis manos ¡me encantó! Y es que creo que Rubèn Montañá ha sabido perfectamente integrar fantasía y realidad sin perder ni un ápice de credibilidad ni intriga.

En Las esferas del tiempo se mezclan magistralmente superpoderes, brazos mecánicos, leyendas antiguas, seres de otro mundo, novela gótica y autómatas con hechos y personajes reales. Todo acompañado con una prosa exquisita pero sin florituras ni palabra rimbombantes (ya sabéis que no me gusta nada el escritor que da mil vueltas para explicar una cosa y utiliza palabras altisonantes con la intención de engrosar el libro o parecer más intelectual), y aderezado con buenas dosis de steampunk para rematar.

Situar la novela en mi querida Barcelona y la aparición de autómatas me ha traído a la cabeza y añorar al gran Carlos Ruiz Zafón. También la prosa de Rubèn Muntañá me he recordado a las primeras novelas de gran autor, no como copia sino porque ambos tienen una gran calidad literaria, ya en sus comienzos.

La narración es ágil y la novela mantiene al lector pegado a sus páginas, deseando saber quién es el conocido como El Basilisco de Barcelona y por qué hace lo que hace, y cómo Domènec y su variopinto grupo de amigos van a poder enfrentarse a él sin morir en el intento.

En cuanto a los personajes, ya sabéis que yo soy de las que me meto tanto en la novela que me encariño con ellos o los odio. En este caso creo que me he encariñado de casi todos los personajes: Domènec, Mariana, Sebastián, Eduard... Casi todos son personajes nobles, en los que la amistad tiene un gran valor y anteponen su propia integridad física con tal de salvar a sus seres queridos.

Personalmente me he quedado con ganas de más y me gustaría que el autor nos deleitara con una continuación porque alguna cosilla se ha quedado por ahí suelta y a mi me gusta que todo quede atado y bien atado.

Yo le he dicho a mi hijo que tiene que leerse esta novela, que seguro que le gusta, pero, como he dicho antes, se la recomiendo a todo lector, tenga la edad que tenga, al que le guste la fantasía, la acción, la novela gótica, el steampunk, las leyendas y, por encima de todo, las novelas bien escritas.


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