Caramelos de café

Caramelos de Café es una historia sencilla y amena que te embarca en la aventura de una adolescente en ese momento de la vida por el que hemos pasado todos, aquel que define nuestro futuro, los sueños y metas que queremos alcanzar y el camino a tomar para ello. No todo es color de rosa, como es lógico, y Valentina lo comprobará de primera mano a través de fantasmas del pasado y el miedo a avanzar y equivocarse, a defraudar a sus padres por no tomar el camino que ellos han elegido para ella, para su futuro, pero, por encima de todo, Valentina descubrirá un amor con sabor a caramelo y la esperanza de sueños que se cumplen.

A Valentina, nuestra protagonista, le toca elegir carrera, profesión, universidad... y dar un paso hacia la vida adulta. Hasta ese entonces, Valentina vivía feliz en Altea, su pueblo natal, junto a su padre, Ramón, y su hermano pequeño, Rafa. Desde que su madre se marchó de casa tras haberle sido infiel a su marido, Valentina ha hecho las veces de madre y de hija, y teme que, con su marcha, su padre, aún depresivo por la infidelidad de su mujer, y su hermano, rebelde como cualquier adolescente de su edad, no sepan cómo mantenerse y seguir unidos como familia. Con todo, su familia la apoya y la anima a seguir con la idea de mudarse a Madrid para cursar Edificación y Administración de Empresas y compartir piso con su mejor amiga, Melanie. Además, los kilómetros también serán un buen aliado para poner distancia entre ella y su exnovio, Marc, y descubrir un nuevo romance entre fogones, compartiendo su pasión por la cocina y la repostería.

Caramelos de Café es una novela muy sencilla y cotidiana donde vemos representada la figura de muchos adolescentes con los miedos y las inquietudes de echar a volar para forjarse su futuro, salir del nido, como quién dice, y empezar la edad adulta, la de las responsabilidades y madurez. Valentina comienza esta aventura con ganas, pero pronto se da de bruces con la realidad, viviendo en una ciudad que le resulta fría y distante, y estudiando una carrera que en el fondo no le entusiasma. La verdadera pasión de Valentina siempre ha sido la cocina, pero sus padres pusieron el grito en el cielo cuando les propuso estudiar repostería y acabó aceptando estudiar lo que ellos habían pensado para ella, encontrándose con una carrera en la que se siente como pez fuera del agua.

Valentina es una chica risueña que transmite mucha ternura. Es muy familiar y atenta con los suyos, aunque pronto descubrirá que la distancia y los secretos no son buenos aliados para mantener la unión con sus seres queridos. También es una joven muy madura y adulta para su edad que está dispuesta a todo por alcanzar sus sueños por méritos propios, buscando trabajo para pagarse los estudios, tratando de no atosigar a su familia, etc. Valentina también ha sufrido en el amor. Su anterior pareja, Marc, no resultó ser como ella esperaba. Sin embargo, Marc no ha pasado página y no dudará en hacer todo lo posible para recuperar a Valentina incluso desde la distancia, afectando no sólo la vida y el presente de Valentina, sino también removiendo secretos y fantasmas del pasado.
Jon es barista de la cafetería D'Origen en Altea, una de las preferidas de Valentina, un chico muy atractivo, con estilo surfero, y también un apasionado de la cocina. Para sorpresa de Valentina, cuando se muda a Madrid, termina encontrándoselo como camarero en una pizzería do it yourself y la amistad comienza a forjarse muy pronto.
También tenemos a otros personajes como Melanie, Marc, los padres de Valentina y su hermano Rafa, que tienen implicación en mayor y menor medida en la trama, y son piezas importantes para el desarrollo y la evolución de Valentina y sus decisiones.

Con respecto a la relación entre Valentina y Jon se me ha quedado a medias y creo que se desarrolla en la historia demasiado tarde. El primer bloque del libro está centrado en Valentina preparándose para partir hacia Madrid, enseñando a su padre y a su hermano a cocinar y a realizar las cosas básicas de la casa para que no terminen enterrados entre basura y suciedad. Luego, ya en Madrid, la trama se centra en Valentina tratando de asentarse, de perseguir sus sueños en secreto por miedo a los reproches de su familia, en buscar trabajo para pagarse los estudios de cocina, etc., y el apartado romántico se recude a las cincuenta páginas finales, con una escena superbonita y tierna, pero demasiado breve para el significado que tiene. Ahí la historia se me ha quedado demasiado corta.

Por lo demás, la pluma de Paula Dalli es muy directa, amena y sencilla, al igual que la historia que nos relata, con una protagonista con la que es fácil conectar y que experimenta lo que es echar alas y perseguir sus sueños y su futuro, con algún que otro bache en el camino, pero siempre con la ilusión de defender sus sueños por encima de todo, con esfuerzo y perseverancia; así como encontrar a un joven con el que compartir su gran afición por la cocina y los caramelos de café, un símbolo importante de la relación entre ambos; una metáfora muy bonita del momento vital en el que se encuentran los protagonistas, a medio camino entre la adolescencia y la vida adulta.

En resumen, 'Caramelos de Café' es una novela con una pluma amena y sencilla, al igual que la historia que nos relata, con una protagonista con la que es fácil conectar y que experimenta lo que es echar alas y perseguir sus sueños y su futuro, con algún que otro bache en el camino, pero siempre con la ilusión de defender sus sueños por encima de todo, con esfuerzo y perseverancia; así como encontrar a un joven con el que compartir su gran afición por la cocina y los caramelos de café, un símbolo importante de la relación entre ambos; una metáfora muy bonita del momento vital en el que se encuentran los protagonistas, a medio camino entre la adolescencia y la vida adulta.

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