Olvidé decirte quiero

Llorar es sinónimo de sollozar.
La historia se narra en dos perspectivas la de la protagonista y la de su mascota, no sé porque la historia no me ha gustado la verdad, había visto con opiniones desde las malas a lo más bueno. Puedo recalcar un capítulo que sin duda el 16, me recordó un momento el más difícil para mí, la muerte de un ser querido y sinceramente me ha sacado unas lágrimas en ese capítulo y me gustó.
Son capítulos cortos y cada uno se hace daño tanto como social y como lo interno, y eso hace que la historia sea más “Aburrida”
En cuanto a lo de Mía, su perra, si intenta tener gracia , pero no lo ha conseguido, en definitiva no es una novela recomendable y sé que tendré más oportunidades de poder leer más de ella y espero que enganchen, porque esta no.
Mi valoración 2, que en poner estrellas sería 1/5

Hay libros que, sin saber bien por qué, una se muere de ganas de leer. Eso me pasaba a mí con Olvidé decirte quiero. Desde que se publicó tenía muchas ganas de incluirlo a mi biblioteca personal y de disfrutar de él, sin embargo nunca lo compraba. Cuando finalmente me hice con él, perdí todas esas ganas de leerlo y dejé que acumulara polvo durante mucho tiempo, hasta que ya al final me decidí a sumergirme en esta historia.

El libro nos cuenta la historia de Malena, una mujer que tiene un accidente de tráfico y que se debate entre la vida y la muerte. Durante estos momentos, conoceremos episodios de su vida que nos permitirán saber mejor quién es. Además, contará con la visita de su perrita que falleció hace un tiempo y que se esforzará para que su dueña escoja seguir viviendo.

Personalmente, creo que todo el hype que tenía con el libro ha jugado completamente en su contra. No puedo decir que no me haya gustado, porque me pareció muy interesante e incluso hubo algunos momentos en que disfruté mucho. Sin embargo, también hubo muchos puntos en que la trama era tan lenta y repetitiva que me aburría. Tenía la sensación de que Mónica Carrillo estaba más pendiente de escribir frases bonitas y postureables en las redes sociales que de la trama de la novela.

El libro es muy cortito, ni tan siquiera llega a las 200 páginas, por lo que es ideal para leerlo en un fin de semana tranquilamente. Sin embargo, a mí me llevó bastante más porque me costaba mucho avanzar. Llegué al final de la novela casi sin interés por lo que le sucediera a Malena, su protagonista, y creo que esa es la peor sensación que uno puede tener con un libro.

La verdad es que estaba convencida de que Mónica Carrillo me iba a encantar en su faceta de escritora y de hecho estuve a punto de comprarme alguno de sus otros libros, pero después de esta decepción no estoy segura de querer seguir leyendo su obra. ¿Habéis leído sus libros? ¿Qué me recomendáis?

Mónica Carillo viene con su segunda novela después del lanzamiento de “La luz de candela”. Una novela que me conquisto y simpatice con la protagonista desde el primer capitulo. Por lo tanto, esta segunda novela la esperaba con ansias.
En esta ocasión Mónica nos presenta una novela diferente, pero con bastantes similitudes con su primera novela. Una narración en primera persona con distintos puntos de vida (Malena y Mia), inclusión de breves relatos o poemas al final del capítulo, un amor romántico basado en la dependencia que sienten los protagonistas por hombres que son incapaces de amar a alguien que no sean a ellos mismos.
Como pudimos ver en la novela anterior, apenas hay diálogos o interacción de la protagonista con otros personajes (excepto los hombres: Mario, Alejandro, 007…). Una narración sustentada en juegos de palabras, frases poéticas, rimas, reflexiones que intentan ser profundas, pero resultan tópicas.
En cuanto a Mía (la difunta perra de Malena) intenta hacer comprender a Malena que todavía es muy joven para morir y que le quedan muchas historias que vivir, nos cuenta las historias de amor de la protagonista de su forma de ver, es un poco chocante ya que llega un momento en que te crees que Mía es una persona.
Al final, cuando ya se ha relatado todas las relaciones de Malena, se retoma la posibilidad de una defunción inminente. Malena asegura haberse despedido de todos y zanjado conversaciones dejadas a medias o nunca comenzadas. Tambien reflexiona brevemente sobre lo que puedo hacer y no hizo y lo que haría si tuviera una segunda oportunidad para continuar con su vida…Y acaba.
Mi conclusión
> es una novela sin prisas con un ritmo agradable, sin que la curiosidad se sienta invadida por la angustia. Malena y Mia nos hacen sentirnos como unas fieles amigas que caminan a tu lado durante la lectura sin querer forzarnos en la reflexión que sienten ambas. Con un final tan abrupto como carente de sentido.
Para mi Olvidé decirte quiero ha sido una decepción mayúscula. Esperaba un buen libro y me he encontrado con cosas y situaciones sin sentido.
Enlace: http://opinemossobrelibros.b..

Hablo de una historia muy reflexiva a parte de romántica, algo dramático pero sin excederse y con toques de humor que una sonrisa te sacan pero que no os engañe lo dicho del romance, pues no todo se centra en el amor pero es un tema importante. Malena es una chica con una mentalidad de la vida bastante idealizada, lo notas desde las primeras líneas. En cada página vas aprendiendo a valorar en muchos sentidos la vida mientras vas leyendo los usos que le da a las metáforas para explicar estados y la característica de prosa poética que hace que te enamores.
Y hablando de enamorarse, hay una narradora llamada Mia que es la que implanta el toque cómico utilizando un vocabulario más cotidiano.
En sí la historia es preciosa es preciosa y me ha encantado aunque algunas veces se me ha hecho un poco repetitiva, pero al terminarlo, entiendes el porqué de todo eso que te resultaba "pesado". Se merece un aprobado sí o sí.

Con este libro tengo sentimientos encontrados. Cuando comencé la lectura me enganchó de tal modo que, en apenas unas horas, llevaba casi la mitad del libro leído, pero, a partir de ahí, el libro empezó a ser, para mi gusto, muy monótono, la mayoría de las páginas hablaban de Mario y todo hacia referencia a él, convirtiendo el libro, de esta manera, en un bucle continuo. Por otra parte, el lenguaje que utiliza Mónica Carrillo es claro, sencillo, directo y divertido.