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Tremendamente intimista y triste, pero con unos valores increíblemente grandes. Una joya literaria. Conecté con los personajes desde el primer momento. Lena, te muestra su viaje a Tarmino el pueblo natal de su marido que a fallecido y al cual tiene que ir para echar sus cenizas. Vives con ella su duelo, que llega un momento que parece el tuyo propio, su gran tristeza por la pérdida de su amor, llega a ser tan real lo que lees que e llorado como si la pérdida hubiera sido mia. La manera en la que está escrito es deliciosa, real, desde las entrañas, desde ese dolor que no puedes controlar y aún así te deja enseñanzas. Es un canto a celebrar la vida, a ir poco a poco y a saber que si dejas la puerta abierta todo en algún momento volverá a colocarse y a saber que la memoria es el mejor lugar para atesorar los recuerdos. |
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