Un amor oscuro y peligroso. Almas mortales

Errores.
Todo el mundo los comete.
Son parte de lo que nos hace humanos.
Nos hacen imperfectos y, a la vez, son parte de la belleza de la vida.
Algunos errores son importantes. Si nunca cometiésemos errores, nunca aprenderíamos, nunca creceríamos.
Pero algunos errores tienen consecuencias inimaginables. Algunos errores son para bien, pero otros son tabú.

Arrepentimiento. Es curioso, pero la mayoría de las veces no nos arrepentimos de nuestras acciones, sino de lo que ni hicimos y podríamos haber hecho.
¿Alguna vez las infinitas opciones que has tenido te han mantenido en vilo toda la noche? ¿Te has preguntado cómo de distinta sería tu vida si te hubieses atrevido a dar la cara, a hablarle a aquella persona tan especial, a correr el riesgo? La peor forma de arrepentimiebto es la que sentimos por aquello que podríamos haber hecho, por las opciones que habrían llevado a que nuetra vida tomara otro rumbo completamenre diferente. Opciones que habríamos escogido de saber lo que sabemos ahora.

Hay veces en las que hay que anteponer la vida de los demás a la nuestra, pero también hay otras en las que hay que ser egoísta y perseguir la propia felicidad en lugar de preocuparse de la del resto

Libertad. Algo que todo el mundo desea, pero que solamente unos pocos elegidos tienen la bendición de disfrutar

Te daré un consejo. Si realmente quieres que te ame, entonces debes dejar que haga lo que quiera hacer. Deja de intentar controlarla; deja de gobernarla. El amor no funciona así

Si quieres a alguien no puedes solo tomar, también tienes que dar. El amor se basa solo en el sacrificio, y en ofrecer además de recibir.

Unas simples palabras pronunciadas por unos labios en particular serían suficientes para destruirme en cuestión de segundos.

Todo pasó en el primer segundo que la vio.
La quería.
Era una forma de amor oscura y peligrosa.
Un amor tan intenso y mortífero que lo había hecho caer en el abismo de la obsesión

Él era ese monstruo.
En la vida y en la muerte, ella era suya

No era ningún ángel.
No tenía valores morales.
Era un demonio con aspecto humano.
Y habría partido el mundo en dos sólo por ver sonreír a su chica