La pequeña farmacia literaria

La novela de “La Pequeña Farmacia Literaria” surge con el propósito de difundir una nueva forma de entender la literatura, basada en las emociones.

Cuando visitamos una librería, estamos acostumbrados a hacer nuestra elección recorriendo sus estanterías según el género literario. Siendo este el método de clasificación tradicional, a sabiendas de que cada lector suele tener predilección por uno u otro género.
Sin embargo, también es sabido que cuando nos decidimos por iniciar una nueva lectura, solemos hacerlo ajustándonos a nuestro estado de ánimo. Guiándonos para ello por las emociones que suscita el título de la obra, el diseño de su portada y por aquella escueta sinopsis que en la mayor parte de los casos les acompaña. Pero, ¿cómo saber si realmente es lo que buscamos?

Con esta premisa, su autora, Elena Molini, una librera italiana con una amplia experiencia en el sector y apasionada de los libros. Y a sabiendas de que el método clásico de organizar las obras no aseguraba una lectura satisfactoria que supliera las necesidades de sus clientes. Tuvo la genial idea, de catalogarlos atendiendo a las emociones que suscitaban a través de las vivencias de sus personajes.

Una nueva filosofía literaria, que su autora da a conocer a través de su obra “La Pequeña Farmacia Literaria”, titulada con el mismo nombre que eligió dar a su pequeña librería que posee en Florencia. Y que sin llegar a ser autobiográfica, recoge entre sus páginas aquella ideas claves que dieron lugar a este nuevo modo de entender la literatura.

La historía está protagonizada por Blu Rocchini, una joven cuyo sueño siempre ha sido trabajar en el mundo de los libros y que vive en una etapa de eterna adolescencia en un piso compartido en Florencia, junto a tres buenas amigas.

Con un estilo irónico y divertido, Blu nos narrará su peculiar modo de afrontar una vida, en la que tras varios intentos fallidos en un editorial especializada y después en una gran cadena de librerías, decide probar suerte abriendo su propia librería. Aunque pronto descubrirá que la vida no es fácil para una librera independiente. Con una vida que se le asemeja a la de una carrera de obstáculos, y en un intento de poner orden en una vida desordenada. Blu tendrá que buscar el modo de alcanzar su sueño, sacando su pequeño negocio adelante.

Para ello, basándose en su experiencia como librera y gracias a la visita de un enigmático cliente, en un día que parecía uno como tantos otros. Decide prescribir los libros como un fármaco, convirtiendo su pequeño negocio en un lugar de encuentro para almas inquietas, que necesitan hallar compañía y consuelo, así como encontrar el valor de cambiar sus vidas. Nace de esta manera "La Pequeña Farmacia Literaria", que no tarda en cosechar un enorme éxito, viendo cumplido su sueño. Aunque este es solo el comienzo, aún le queda una cita pendiente con su destino.

En resumen, es una novela de lectura ligera y fresca, con la que he disfrutado y me he divertido muchísimo. Y que os recomiendo si sois unos apasionados de los libros, ya que encontraréis entre sus páginas un listado de libros muy interesantes con sus propias indicaciones terapéuticas.