La bestia

¿ Qué ocurriría en esta sociedad tan avanzada, si un empresario decidiera abrir una librería donde solo se vendieran libros de autores masculinos?

¿ Y si se retirara de sus estantes una obra firmada bajo un seudónimo masculino tras saberse que fue escrito por una mujer?

La presión social iba a ser aplastante. No entiendo como no lo es a la inversa. Me he perdido en la búsqueda de la igualdad selectiva por el camino del postureo, y el doble piensa.

Centrémonos en lo que verdaderamente importa que por desgracia aún nos falta mucho, y dejemos que hombres y mujeres convivan en un mismo espacio y apostemos por la cultura independientemente de como apetezcan que les llamemos los autores que firman sus libros.

Donde no vamos a reñir es en el espectáculo circense de tan "prestigioso" premio.

Planeta se quita la máscara.
Trofeo por encargo al líder de ventas. Y si le acompaña el morbo de desvelar su secreto "robando" a la competencia, tanto mejor.
Ya tenemos criterio.
El único criterio.

La novela del millón de euros no los vale pero se acerca. Tras la Julia de Posteguillo es la que más me ha gustado en décadas.

Es un error querer comparar la bestia con la saga de la inspectora Blanco. No es el mismo tipo de libro.

Aún cuando vuelve a remover estómagos y conciencias, los molones sitúan la acción a mediados del siglo XIX.
Madrid se desangra. al conflicto entre Carlistas e Isabelinos se les suma una epidemia. El cólera.
Y esta no distingue de bandos, aunque suele cebarse con los más pobres.

Aquí radica la gran diferencia. La novela es, ante todo, un canto a la indiferencia que causa a la sociedad, los miserables.
Desarrapados y literalmente muertos de hambre. Rechazados, vejados, apartados a patadas y, si se tercia, a puñaladas.

La vida en las calles vale dos reales. Nada.

La ambientación se ajusta a una realidad silenciada.
El infierno se llama Madrid que prefiere ignorar a hacer frente. Y con este trasfondo un thriller que no puede ir a la velocidad de la luz porque la tecnología del XIX no lo permite. No le pidamos peras al olmo.

Las asesinadas, niñas.
Sucias, desmembradas, rotas.
El asesino, la bestia. No nos van ahorrar detalles escabrosos.
El motivo...política y deshumanizacion. Ausencia de empatia en beneficio del terror.

A Lucía, nuestra protagonista de 14 años se le tilda de poco creíble por ser excesivamente resuelta para su edad.
En juego de tronos tienen la misma y hasta dragones crían. Por no hablar de los niños de King. Con la iglesia hemos topado.

Novela adictiva con fuerte tensión narrativa al ritmo que la época precisa. Retrato de una España que aún duele aderezado con salsa de thriller y aventuras.

Lo más escalofriante es que en esos años existió una situación de desamparo dastenca.

Recomendadisima.

PD. Iba a subir esta reseña el 8 de Marzo. Me lo pedía el cuerpo. Pero se imponen respeto y cordura. Las nefastas actitudes de unas libreras no pueden distraer la esencia.
Y lamentablemente toca otra vez gritar por una igualdad justa, y para todos.