Esta noche dime que me quieres

Romance. Eso es lo que me esperaba al leer la sinopsis y ver la hermosa portada. Pero la verdad es que no lo he encontrado por ningún lado.
Es el primer libro que leo de este escritor, y me ha decepcionado tanto que no sé si me animaré con algún otro título.

Es la historia de Tancredi, un joven rico, que no cree en el amor ni la felicidad, y la de Sofía, una joven promesa de la música que decide dejar de tocar el piano debido a una promesa que hace. Un día se conocen por casualidad y la atracción entre ellos es innegable.

Tancredi me cae mal desde un inicio, es manipulador, frío y capaz de hacer lo que sea por conseguir lo que quiere. le da igual cómo, lo que quiere lo consigue. Un niño malcriado. Además disfruta destruyendo la felicidad de los demás porque el no cree que exista.

Sofía comienza siendo una buena protagonista, es alegre, optimista, y capaz de abandonar lo que más le gusta hacer por amor. Tiene grandes principios y los defiende a toda costa. Hasta la mitad del libro, en el que de un momento a otro cambia radicalmente su forma de ser y de pensar y empieza a hacer todo lo que juró que nunca haría. No consigo entenderlo.

No es una historia de amor, es sobre la atracción física y las infidelidades. A Tancredi le atrae Sofía, sobre todo porque no está acostumbrado a la palabra NO. Y no va a parar hasta conseguirlo. Todo lo que hace es injustificable, violación de la intimidad es quedarse corto.

El único motivo por el que seguí leyendo es por Claudine, un personaje secundario que sí me gustó. Necesitaba saber qué le pasaba, aunque es bastante predecible, quería confirmar mis teorías.

Es un libro narrado en tercera persona, cada capítulo centrado en uno de los protagonistas.
El final es.. Indescriptible. Si el libro ya no me gustó, el final menos.

No he conseguido empatizar ni entender a ninguno de los protagonistas, ni la historia. Pero sobre todo no puedo con la forma de ser de Tancredi..

Si te gusta el romance, no es tu libro. En cambio si solo quieres pasar el tiempo, léelo.