Nobles y rebeldes

“Los acontecimientos que hacen historia suelen parecer interminables cuando uno los está viviendo. Solo al cabo de los años se tiene la perspectiva suficiente para ver lo esencial, reducido ya a expresiones telescópicas y simplistas para los libros de historia […] En la vida real, el desarrollo de una crisis que conduce a un cambio de gobierno, el curso de negociaciones y conferencias internacionales que conforman el destino de una generación o el flujo y reflujo de las batallas que deciden el resultado de una guerra se desarrollan con exasperante parsimonia, como a cámara lenta, y el significado decisivo de cada etapa a menudo termi na enterrado bajo ríos de tinta y montañas de especulaciones, rumores, interpretaciones, relatos «inspirados», comentarios a favor y en contra.”

Lo admito, me ha sorprendido muy gratamente esta lectura en todos los sentidos. Me esperaba algo mil veces peor escrito y muy insípido, y me he encontrado con todo lo contrario. Es un libro que está muy bien escrito, de una forma muy ágil y que se lee muy bien. de hecho, realmente me lo he leído en dos días en que le he dedicado un poco de tiempo.

Publicado en 1960, “Nobles y Rebeldes” , es la biografía de Jessica Mitford, quinta de las seis hijas de una familia de la aristocracia inglesa, las cuales han pasado a la historia por sus complejas y escandalosas vidas sentimentales y políticas. Los nombres de las mayorías de ellas se relacionan con el fascismo, siendo Jessica la excepción, pues ella militó en el Partido Comunista y no dudo en escaparse de su casa para acudir a la Guerra Civil Española con quien poco después sería su esposo, Esmond Romilly, sobrino del mismísimo Winston Churchill. La biografía puede dividirse en tres partes: en la primera Jessica nos habla de cómo era su vida familiar y de sus relaciones con sus padres y sus hermanos, hablando también sobre que pasaba en las existencias de la mayoría de sus hermanas. En esta primera parte conocemos como empezaron las inquietudes políticas y sociales de Jessica, como su vida de niña bien en la campiña inglesa termino por resultarle tediosa y aburrida, sintiendo la necesidad de hacer algo más con su vida. En la segunda parte, el foco se centrará más en la Guerra Civil española y lo que Jessica y Esmond vivieron en el frente vasco, además del escándalo que supuso su fuga y los intentos del gobierno inglés y sus familias por hacerles regresar a su patria. La última parte se centrará en la vida de la pareja como casados, hablando de sus problemas económicos en Inglaterra y de su posterior periplo por los Estados Unidos. La biografía terminará con la partida de Esmond al frente para luchar en la Segunda Guerra Mundial.

Si tengo que ser totalmente sincera, más que por interés real por lo que cuenta, escogí este libro para poder comparar la forma de escribir de Jessica Mitord con la de su hermana Nancy, una autora que me encanta cómo escribe y cuyas novelas disfruto totalmente. Y, para que mentir, por la curiosidad de leer sobre las estrafalarias hermanas Mitford y sus polémicas vidas. Pero al final eso no ha sido lo decisivo para que esta lectura me haya agradado tanto. La historia de Jessica es realmente apasionante y adictiva. Fue una mujer increíblemente valiente; ejemplo claro de lo que es hacerse a uno mismo con todas sus consecuencias, sean buenas o malas.

Pese a que por sí misma la obra me ha parecido muy interesante, ha sido inevitable no poder compararla con las novelas y el estilo de Nancy. Son muy parecidos, pero a la vez muy diferentes. La forma de escribir de Nancy es como si pegases un mordisquito a alguna fruta que ya estuviera madura y prácticamente, pero no del todo, su sabor sigue siendo bastante ácido, y eso es lo que perdura en tu recuerdo, más que la dulzura que pueda tener el fruto en su mayor parte. En cambio con Jessica es como si pegases un mordisco gigantesco a un limón directamente. Pero la sátira acida en ambos casos es una parte esencial de sus trabajos. Aprovecho para animaros a que si no conocéis la biografía de estas seis hermanas, por favor la busquéis. Merece la pena mucho leer sobre ellas.

Se nota mucho que la autora es periodista. Es una escritora increíblemente económica en cuanto a medios de expresarse, su estilo es claro, directo y conciso, no se permite nunca divagar o irse por las ramas. al igual que con su hermana mayor encontramos una lectura sazonada de comentarios irónicos sobre el mundo en el que vivió y las personas que la rodeaban. Pero en el caso de Jessica la sátira es mucho más directa y concisa, menos elegante, no se anda con por las ramas a la hora de decir lo que piensa ni se esconde tras situaciones tan frívolas que pueden resultar absurdas o con personajes a los que es imposible tomar en serio, pero que esconden una carga histórica y social mucho más profunda de lo que puede parecer a simple vista. Como buena periodista hace una crónica nítida, detallada e inteligente de un mundo que está desapareciendo, de una sociedad cambiante por el contexto histórico y político, una acertada comparativa de dos sociedades; la estadounidense y la inglesa. Es sincera cuando la mayor parte del tiempo, y parcial el resto, en muchas ocasiones uno tiene la impresión de que lo que cuenta está ligeramente retocado para que parezca más interesante o lustroso. Pero incluso cuando camufla la verdad, está sigue visualizándose en el fondo de todo. Como puede verse en que muchos de sus comentarios y apreciaciones tienen un tinte frívolo y elitista, que demuestra que Jessica no pudo escapar del todo del tipo de vida y educación que había recibido en su casa. He incluso da la impresión de que ha llegado a un punto en su vida en que tampoco lo intenta.

Sus retratos sobre la época en que vivió, la sociedad que conoció, las cuestiones y problemas políticos y sociales del periodo de entreguerras, y los primeros momentos de la Segunda Guerra Mundial, son incisiva y detalladamente nítidos. Nada ni nadie se escapa a su escrutinio, y en caso de ser necesario, de su burla. Ni su propia familia, con sus complejas personalidades y sus no menos espinosas relaciones; ni la incompetencia de los políticos del momento; ni la rancia y polvorienta aristocracia inglesa, en contraste con la colorida, vibrante e, incluso, chabacana sociedad americana; ni las luces y las sombras de la personalidad de Esmond; ni la falta de solidaridad y perspectiva de los gobiernos europeos. Todo es consignado en este libro, lo pequeño y lo grande. Y por ello el lector acaba totalmente envuelto por la atmósfera de ese momento histórico.

Si hay algo que me ha resultado conmovedor es su manera de pasar de puntillas sobre los momentos más dolorosos para ella. Y es en esa falta de detalles y de explicaciones donde el lector puede percibir hasta qué punto sufrió la autora a lo largo de su vida, como las ausencias que tuvo que soportar a lo largo de su vida dejaron en ella una huella profunda. Puede explayarse en tratar como le afecto la separación de su hermana favorita, Unity Valkirie (nombre profético donde los haya, pero conocida familiarmente como Gorgo) cuando esta abrazó sin ambages la doctrina del nazismo y se convirtió en miembro del circulo más intimo de Hitler, Intentando suicidarse cuando Alemania en Inglaterra se declararon la guerra. Pero, en cambio, pasa rápidamente por el episodio de la muerte de su primera hija. Y trata de forma abrupta y rápida las últimas páginas de su biografía, donde habla de la despedida a con su esposo cuando este se marcha a luchar al frente, centrándose más en una suerte de estudio antropológico social para explicar la naturaleza de las acciones de ambos a lo largo de su relación. Tampoco lo dice abiertamente, pero nunca deja dudas al lector sobre lo profundo que fue el vínculo con Esmond y lo mucho que se querían. Hay en todo esto un practismo moral increíblemente fuerte que tiene algo de supervivencia mental. El desenlace del libro es áridamente abrupto, pero que de alguna manera encaja porque tiene sentido. En las últimas páginas hay una sensación de fatalidad que lo envuelve todo totalmente, aunque hay que reconocer que eso en eso tiene mucho que ver el hecho de que se esté contando ya una situación que se conoce de antemano, que ya se sabe cómo va acabar. Y el párrafo final, aunque al igual que el resto de la obra es simple y conciso, tiene una gran carga emotiva que es imposible que pase desapercibida para nadie, y que hace que sea impactante por ese mismo motivo. de esa forma brillante y simple la autora expresa mucho más que lo que dice en sus palabras.

Obra de costumbrismo social de la época de entreguerras; biografía sobre una familia que rompió con todos los moldes de su época; ensayo sobre una guerra; crónica sobre un mundo convulso y en pleno cambio; historia iniciativa sobre una joven a la que vemos madurar a través de las páginas que ella misma narra… “Nobles y Rebeldes” es todo eso y más. Pero como señala la acertada introducción que podemos encontrar al principio del libro, lo que subyace en el fondo es una historia de amor breve pero intensa, con una pareja apasionadamente enamorada de ellos y de la vida, ejemplo de una juventud idealista que se enfrenta al odio, la guerra y la oposición social; dispuesta a luchar por sus convicciones políticas y vitales. Además la edición publicada por Libros del Asteroide viene con unas fotografías de los protagonistas de la obra y sus familiares en las páginas finales. Después de leer el libro es imposible no contemplarlas con un pequeño nudo en el estómago, siendo plenamente conscientes de las existencias azorosas y brillantes que todos ellos llevaron. Si hay algo que no se puede decir de Jessica, Esmond y el resto de las hermanas Mitford es que no se contentaron con lo que tenían, fueron estrellas que refulgieron hasta su extinción.

Para acabar, solo puedo decir que “Nobles y Rebeldes” ha sido un libro que me ha sorprendido gratamente, que no esperaba que me gustase tanto. Es una lectura que me ha hecho reflexionar mucho, no os imagináis cuanto, y que recomiendo a todo el mundo.