Había leído que era una novela precursora del género fantástico y venía precedida de muy buenas críticas asi que no me pude resistir. Realmente no es una novela fantástica al uso, es mucho más. Las hadas y el mundo mágico ponen de manifiesto las carencias de una sociedad que ha desterrado lo diferente y se parapeta tras un férreo culto a la ley. En esa sociedad la poesia, la sensibilidad y la belleza son sospechosas como lo es la temida fruta de las hadas que hace perder la cordura a quien la prueba. En suma un bello relato muy recomendable para quien quiere perderse, como el alcalde de Entrebrumas, para poder encontrarse. |