Sirenas de papel

La esencia de cada uno forma parte de lo que mejor tenemos. Hacer y conseguir desarrollar es conocerse a uno mismo.

—Creo que este lugar es inteligente y nos muestra sus secretos viendo quiere mostrarlos —respondió ella.
—June, esto es un pueblo, no un robot.
—Lo sé, pero amigo, no infravalores a la propia naturaleza.

—¿En este pueblo sois todos artistas? —susurró Juniper.
—No, pero creemos en los sueños —susurró él también

—¿Hoy es el día en el que me vas a enseñar tus grandes obras?
—Hoy es el día en que te digo que algún día te las enseñaré.
—Ese día ya pasó.
—¿Qué hay de malo en repetir los días?

Sintió el viento, sintió el mar, sintió el sol

La suerte no existe por sí misma. El trabajo, la constancia y la paciencia sí. Eso es tener estrella, saber manejar las situaciones y buscar la mejor solución.

Ese lugar no tiene magia, la magia la crean las personas que viven allí. Y eso, junto con las condiciones favorables del pueblo, convierten a Caladora en algo especial.