Creo que Sandra ha encontrado una manera muy original de ambientar esta novela en el mundo de la moda y muchos de los entresijos que se mueven en él. Además de un estilo cuidado y un equilibrio entre el lenguaje rico y el coloquial, pienso que tiene muy buena técnica narrativa y se nota que se emplea a fondo a la hora de escribir. La ambientación de la novela es muy buena tanto en los escenarios utilizados como en lo referente a la cultura de los indios americanos, o a la profesión de la protagonista. La trama romántica se desarrolla de manera pausada, tal como pide una historia que se inició tiempo atrás y antes de que se diesen las circunstancias apropiadas para ello entre Blake y Jules, dos personas buenas que deberán desenterrar el pasado para hacer las paces con él y poder avanzar. Por último agradecer el tacto de la autora a la hora de tratar un tema delicado que es parte importante en la trama no romántica. Como lectora me quedo con el mejor mensaje que extraigo del libro: aunque nos guste vernos en el reflejo de los ojos de la persona que amamos, es nuestro deber aprendernos a querer y valorar por encima de las expectativas y deseos de los demás, sólo así estaremos completos. |