El círculo

Servaz se ve envuelto en la investigación del asesinato de una mujer, que además era profesora del Instituto donde él estudió de joven y donde actualmente estudia su hija, el principal sospechoso es el hijo de quien fuera el amor de juventud de Servaz.

Después de leer el primer libro de esta serie, nunca pensé que la retomaría, sin embargo, lo he hecho y tengo que decir que este reencuentro ha sido por demás afortunado.

Si bien es verdad que el estilo de Minier me sigue pareciendo algo cargado por que en momentos me resulta lento, para nada ha sido la tortura del primer libro, en este caso la historia fluye y no me he encontrado con la infinidad de descripciones absurdas que había en el primer libro y eso se agradece.

Ya en la primera entrega me había gustado el personaje de Servaz, pero en esta ocasión he caído rendida a sus pies, me encanta y ahora conocemos su pasado, su perfil, su historia y eso lo hace un personaje mas cercano y mas reconocible.

La investigación resulta en algo muy complejo e interesante, si bien fue algo previsible, esto no le ha quitado ningún mérito, tenemos a Servaz con una investigación que lo hace tener que afrontar su pasado, tenemos una historia paralela que se plantea desde el principio y que se va desvelando conforme avanza el libro y que resulta en algo completamente inesperado, pero que todo al final termina conectando de manera brillante.

Por otro lado ese personaje tan siniestro que conocimos en la primera entrega "El Suizo" no se olvida en esta entrega y de verdad, resulta en un asesino de esos que erizan la piel.

Si le he puesto la valoración que le he puesto, es porque, bueno Minier, en su estilo ha hecho que en ocasiones me resulte pesado avanzar, la historia no fluye como me habría gustado y a mi parecer le sobran paginas.

A pesar de todo eso, es un libro que ha valido la pena y que me ha hecho recapitular en una primera mala impresión y definitivo en esta entrega Minier me ha ganado.