Cien semillas que volaron

Pensado para primeros lectores, este libro narra, de una forma sencilla aunque instructiva, el maravilloso viaje y la forma en la que la naturaleza, la vida, se abre paso.
Las 100 semillas que dejó volar el pino en busca de un lugar en el que arraigar se van perdiendo por el camino, y cuando finalmente se prevé una catástrofe, porque todas han cerrado en su propósito, la autora da una brillante vuelta de tuerca y explica las distintas formas ingeniosas en que estas han conseguido cuajar, bien gracias a la ayuda de unas aves que la comieron, bien en un roca en la que parecía imposible plantar nada.
Un libro muy disfrutable con los peques de la casa, al que quizás (hilando fino) le falle un poco la tipografía elegida, pues en mi caso mi hijo se ha confundido un poco con las jotas y alguna letra más.
Muy bonito y recomendable. Simpático e instructivo a la vez.

Cien semillas que volaron es un cortito libro infantil escrito por la portuguesa Isabel Minhós Martins e ilustrado por la brasileña Yara kono. Un libro dirigido a los más pequeños, pero que también pueden disfrutar los adultos, que alaba a la naturaleza y al crecimiento de esta.
Las semillas echan a volar en busca de un lugar donde descansar, echar raíces y crecer, pero quizás no todas lo logren. Aún así hay que confiar en la inteligencia de la madre naturaleza, pues todo lo que hace tiene sentido dentro de si mismo y este libro es un homenaje a dicha mamá.
La autora con su lenguaje crea magia desde algo tan simple y real como es una semilla, y la ilustradora acompaña esa palabras con unas coloridas ilustraciones.

¿Quién dice que los adultos no podemos disfrutar de los cuentos como lo hacen las niñas y los niños? Hace unos días descubrí 'Cien semillas que volaron', un cuento infantil escrito por la portuguesa Isabel Minhós Martins e ilustrado por la brasileña Yara Kono, una de las tantas delicias que la editorial Coco Books tiene en su catálogo, y que quiere descubrir el ciclo de la naturaleza a los más pequeños.

Acompañado de unas ilustraciones originales, que recuerdan de alguna manera a aquellos dibujos infantiles que hemos hecho todos, el cuento relata el inquietante viaje que hacen las semillas de un árbol hasta llegar a buen puerto y convertirse en otro. Un libro didáctico, entretenido, simpático y con un final bien atado que hará que los niños fijen la mirada en todo aquello que los rodea.

Sé de un pequeñín de tres años que ahora vive rodeado de pinos, árboles frutales y animalitos de todo tipo que disfrutará pasando las páginas de este cuento. Y a mí, que siempre me cuesta desprenderme de los libros, este tengo ganas de regalarlo sabiendo que le va a encantar.
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