Confesiones

4,5* Creo que jamás he leído un libro de un autor/a japonés/a que me haya dejado indiferente. Soy muy fan de Murakami y su peculiar modo de contar historias y siempre estoy abierta a probar otros autores. Creo que el hándicap de estos libros es sin duda la traducción ya que partimos de un idioma que en una sola palabra puede describir muchas más cosas que lo que describen las nuestras. ¿Por qué os cuento este rollo? Bueno pues porque quería poneros en antecedentes sobre mi relación con la literatura de este país.

Este libro está catalogado como misterio o thriller psicológico, aunque yo le añadiría la sub etiqueta de terror social ya que todo lo que nos vamos a encontrar en él pone los pelos de punta y te hace pensar sobre si la humanidad está abocada a la autodestrucción.

Habla sobre todo de venganza, pero también de acoso escolar, discriminación, relaciones paterno-filiales y otros problemas de adolescentes. Todo esto enmarcado dentro de la rígida cultura japonesa.
Todo comienza cuando la profesora Yuko Moriguchi anuncia en su clase que se retira de la docencia, sin duda es una decisión entendible ya que cuatro meses atrás encontraron a su pequeña de 4 años ahogada en la piscina del instituto en el que da clases.

Su muerte fue cerrada como accidental, pero Yuko en su afán por entender, descubrió que realmente su hija fue asesinada y ya que la justicia no iba a ayudarla sería ella misma la que vengaría la terrible muerte de la niña.

El libro está estructurado en varios capítulos narrados en primera persona, cada uno de ellos está protagonizado por un personaje diferente que de alguna manera ha estado implicado en el caso. En el primero podremos asistir al discurso que la propia Yuko le da a sus alumnos y sólo os puedo contar que cuando acabó el capítulo tenía la boca pegada a los pies de lo abierta que estaba. Si tuviera que describirlo en una palabra sería: Maquiavélico.

Los siguientes capítulos muestran diferentes perspectivas del mismo hilo temporal, es decir, no es una historia lineal si no que los capítulos se superponen en el tiempo pudiendo al final hacernos una idea global desde todos los puntos de vista y por lo tanto encajar el puzzle en su totalidad. No hay diálogos, pero aún así consigue atraparte e introducirte en la mente de cada narrador. La construcción de cada personaje es de 10.

Es un libro inquietante, perturbador, adictivo y original, diría que hasta brillante. Ha llegado a España 13 años después de ser escrito y con una película basada en él. Os la recomiendo si queréis quedaros con la boca abierta tras cada capítulo.