Que nadie duerma

«Cuando estás con la mente y con el cuerpo en el mismo sitio, la realidad adquiere una luz extraordinaria. Créeme.»

Ella lo cuidaría de ese modo, comiéndoselo al tiempo de dejarse comer por él, hasta que de tanto comerse mutuamente, y si fuera cierto, como afirman los expertos en nutrición que somos lo que comemos, ella se hubiera convertido en él y él, en ella.

-¿A qué huele?
- A todo lo que sirve para falsificar la realidad, querida: a pintura, a madera, a serrín, a tela vieja, a polvo, a cañerías, a maquillaje, a aceite de engrasar, a champú, a tinte, incluso a oxígeno, a oxígeno de segunda mano, claro. ¿No lo notas?
- No sabía que había oxígeno de segunda mano.
- De segundo pulmón, para ser exactos. Ahora ya lo sabes.

Soy gorda, pero parezco delgada. LLevo años moviéndome entre las personas delgadas sin que se den cuenta de que soy gorda. Como un agente secreto. Como una espía. Cuando voy en el taxi, miro a las gordas y les digo mentalmente: soy una de vosotras, pero ni vosotras lo sabéis. Y a las delgadas les digo: no soy una de vosotras, pero lo parezco. me gustan las películas de espías porque el espía vive en un mundo que no es el suyo sin que nadie lo advierta.

De este modo, agitándose, en lo que tenía de ave, y abatida por una fiebre de mujer que seguramente había superado los límites de un termómetro convencional, cayó en un estado de estupor desde que el que se precipitó en un sueño repleto de túneles inmateriales, aunque oscuros, como las galerías más profundas de la conciencia.

No te puedes ni imaginar lo que me has hecho porque para eso hay que tener sensibilidad

En la sombría noche vuela un fantasma iridiscente. Sube y despliega las alas sobre la negra humanidad infinita. Todo el mundo lo invoca y todo el mundo le implora. Pero el fantasma desaparece con la aurora para renacer en el corazón. Y cada noche nace y cada día muere

Recorría Madrid diciéndose continuamente "algo va a suceder", "algo va a suceder".

Tenía las bragas húmedas y se le habían puesto duros los pezones.

Su melodía le rompía el corazón al tiempo que potenciaba su ensueño.