Tengo un nombre

El libro que os traigo hoy es uno de esos testimonios reales que ponen los pelos de punta. Es la historia de la agresión sexual sufrida por la autora de la novela en 2015, quien, desde ese momento y hasta que se decidió a escribir el libro fue para todo el mundo Emily Doe. Su identidad real no salió a la luz hasta que ella así lo quiso y durante mucho tiempo, demasiado tiempo, muy pocas personas a su alrededor sabían qué le había ocurrido, aunque sí conocían el caso por lo mediático que acabó resultando.

Sinceramente, cuando comencé su lectura me parecía un libro demasiado extenso para lo que yo pensaba que nos iba a contar, pero estaba equivocada. El libro necesita cada una de sus páginas porque en todas ellas Chanel Miller se desnuda ante el lector y nos irá contando la montaña rusa en que acabó subida tras sufrir esa agresión sexual una noche de enero, al salir de una fiesta a la que había acompañado a su hermana pequeña Tiffany.

Chanel estaba borracha, es cierto, pero ir borracha no equivale a llevar a un cartel que diga "haz conmigo lo que te apetezca", que es lo que hizo Brock Turner, que tras intentar ligar con varias chicas en la fiesta, incluida la hermana de Chanel, acabó dando caza a la que menos se le iba a resistir y si no llega a ser por dos ciclistas suecos que en ese momento pasaban por el campus de Stanford, a saber cómo habría terminado todo. Estos dos hombres vieron una escena que les pareció demasiado extraña: un hombre sobre una mujer que no se movía en absoluto y no dudaron en darle caza cuando se escapaba corriendo de allí, mientras una ambulancia se llevaba a la chica al hospital.

Cuando Chanel despierta, totalmente desorientada, no recuerda qué ha pasado. le dicen que parece haber sido agredida sexualmente y no acaba de entenderlo. No parece encontrarse excesivamente mal, pero también sabe que algo no va bien, su pelo está lleno de agujas de pino, le falta su ropa interior y en cuanto empiezan a tomarle fotografías de su cuerpo, ya no hay forma de negar que algo malo ha ocurrido. Cuando le cuentan que la persona que la agredió, un estudiante de 19 años llamado Brock Turner, está detenido también le preguntan si quiere denunciar, y obviamente dice que sí, ¿es lo correcto no? Lo que no sabía es que algo como lo ocurrido iba a transformar su vida durante cuatro largos años en los que pasó por mil fases mientras se preparaba el juicio y la sentencia de su agresor, un tiempo en el que tuvo que escuchar de todo, como suele ocurrir en estos casos donde al final la víctima siente más vergüenza que su agresor.

¿Por qué preguntan siempre a la víctima cuánto ha bebido? En este caso en concreto, si ya había bebido antes de la fiesta, si le gusta beber con asiduidad, qué llevaba puesto... ¿Qué más da todo eso? ¿Por qué culpar a la víctima y victimizar al agresor? Sin embargo de Turner, su agresor, solo destacaban lo buen alumno que era, el gran deportista que podía llegar a ser, la gran persona, el buen amigo... ¿Cómo destruir el futuro de un muchacho tan prometedor por veinte minutitos en los que se le fue la mano (y nunca mejor dicho) y cometió un error? ¡Cuánta rabia he sentido con este libro, madre mía!
Turner, por supuesto, se declaró inocente de todos los cargos contra él y finalmente un juez lo condenó a seis tristes meses de cárcel de los que acabó cumpliendo solo tres, pero fue tal el impacto de esta sentencia que hasta el propio juez acabó pagándolo un par de años después, sobre todo tras de hacerse pública una declaración escrita de "Emily Doe" que se hizo viral inmediatamente y que se puede leer íntegra al final del libro.

A través de esta lectura vemos los cambios emocionales que se va sucediendo en Chanel, sus ganas de escapar de todo, de esconderse, de ponerse a gritar de repente, de no poder parar de llorar, su falta de confianza en el sistema, su sensación de impotencia y abandono ante esa sentencia ridícula, cómo afectó lo que le ocurrió a su familia, a su hermana, que no pudo dejar de culparse por no estar con ella en aquel momento, a su novio que ni siquiera estaba en la misma ciudad, a sus amigos... cómo afectó a su vida laboral y social... Su testimonio es doloroso y desgarrador en muchos momentos y en otros, sin embargo, también te ríes con ella. No creo que su testimonio busque dar pena, creo que busca una conexión con el lector y a veces querrás abrazarla y en otro momentos reírte con ella.

Creo que es un libro que HAY que leer. Mujeres y hombres. No es una novela, no hay un misterio que te haga estar pegada a las páginas, de hecho creo que es mejor leerlo con calma, asimilando todo lo que fue sintiendo Chanel hasta llegar a esa emotiva, valiente y sincera declaración final. Si algo demuestra su historia es que aunque un proceso pueda ser tan largo y duro que muchas veces solamente te quieras quedar en la cama escondida del mundo, al final es posible volver a construir un comienzo y sobre todo volver a ser feliz.

"Tengo un nombre" es una historia especial, valiente y visceral y si os animáis a leerla, veréis que caló muchísimo en la sociedad americana, a niveles que nunca pudo imaginar y creo que eso, todo el apoyo que recibió, incluso de otras víctimas de abusos sexuales, o de personas como Hillary Clinton o Joe Biden, y lograr que se abriera un debate sobre las violaciones en campus universitarios, fue lo que finalmente la ayudó a mostrar su rostro. Gente con la que había hablado de "ese mediático caso" se quedó muy sorprendida al saber que ella era la víctima, y para todo el mundo ha sido un ejemplo.

Un testimonio maravilloso que ojalá nunca hubiera tenido que escribir, pero que os invito a leer, sin duda.

Enlace: https://bitacorademislectura..

💜Ambientación. Nos trasladamos a California, al campus de la universidad de Stanford donde nuestra protagonista tiene que hacer frente a un juicio tanto real como en su día a día en el que se vio obligada a usar un seudónimo con el fin de hacerle frente a su día a día hasta que decidió contarnos su historia.

💜Hacer esta reseña no es fácil por todo lo que remueve esta historia de no ficción. Es por ello que no me pidáis o no esperéis encontrar una estructura en esta reseña porque no creo ser capaz de dársela. Es inevitable leer este libro que está narrado por nuestra protagonista en primera persona y que tiene un aire de ensayo. Como mujer no ponerte en su lugar, y vivir o revivir algunos pasajes que cuenta. A medida que se avanza en la lectura, se eleva la mala hostia hasta límites insospechados a medida que vas leyendo y que no te suena tan lejana ni tan utópica.

💜Chanel a lo largo de estos capítulos nos intenta contar de la manera más objetiva tanto los hechos, juicio incluido, como sus sentimientos. Precisamente estos últimos son los que más te ponen los pelos de punta, porque lo que tuvo que vivir en ese juicio y todo o que se acaba replanteando y cuestionando, hace que la mala hostia cuando lees, llegue a niveles insospechados. Durante la lectura he tenido momentos de cerrar el libro, gritar y pasear para poder volver al sofá a leer como el mundo entero estaba siendo injusto, la estaba tratando injustamente y reflexionar no solo por los hechos en sí, sino porque también fue un víctima de la sociedad de mierda en la que vivimos.

💜Esta lectura fue elegida para el club lucero, con quienes compartir impresiones finales siempre es un gusto porque se dejan la piel en cada libro elegido. Gracias por tanto chicas, @theneverendingreader, @anna_likes_books, @silvia_moreno, @., y un montón de chicas más que están en twittter. Nos vemos en la próxima, que toca muerte xD.

💜Por favor, no dejéis de leer este libro, porque todos los días son #8M, porque queda mucho por reivindicar, todo por luchar y porque abrazar el #feminismo empieza por la #sororidad.

Cuando comence este libro iba totalmente a ciegas, no sabia nada de la historia de nuestra protagonista y creo que es lo mejor, así no sabes el final ni como acaba todo...

Es una historia, dura, desoladora, un libro que hay que leerlo con calma, asimilando todo lo que se lee... una historia que te te hará reflexionar, y que cuenta lo que sufre una persona (en primera persona) lo que es una agresión sexual, pero no solo se queda ahí, sino que va mas allá, en esta novela, Chanel nos contara su vida después, que pasa después de la agresión, del juicio...

Y como digo es una historia que te hará pensar... la cantidad de papeleos y protocolos que hay para "proteger" a la víctima, tener que contar tu historia una y otra vez a la policía, a los periodistas, a los medios, en el juicio..porque parece que una vez no vale, que hay que revivirlo todo el tiempo, para que sea mas horrible, mas estresante, mas agotador de lo que ya es..

Algo sorprendente es el papel que tiene por ejemplo la prensa, ¿Por que hay detalles que tiene que verlos todo el mundo? ¿ Es necesario ? Hay que exponer la intimida de alguien al mundo entero?

Una historia donde vamos a ver la realidad de un acto así, donde la sociedad siempre favorece a los hombres que son jóvenes y tienen talento en algo, donde la sociedad siempre esta del lado de quien tiene un "futuro"... algo realmente sorprendente y que realmente te enfada.

Creo que es un libro necesario, un libro que todo el mundo debería leer, aunque tiene que elegir bien el momento... si no le he dado las cinco estrellas quizá haya sido porque la narración en momentos se me ha hecho pesada, ya que al ser contado en primera persona, no hay gran cantidad de diálogos y alguna parte un poco mas repetitiva.

Pero como digo, lo recomiendo mucho, y creo que es absolutamente necesario.

Desde que supe de la existencia de Tengo un nombre sabía que debía leerlo y que sin duda sería una lectura que me dejaría un gran aprendizaje pero nunca pensé que me tocaría de tal manera.

Esta es la historia de Chanel Miller, es su voz, su nombre, pero también es la historia de tantas y tantas chicas que han sido agredidas y obligadas a minimizar dichas agresiones, a tratar de olvidarlas y fingir que nada pasó. Y es que resulta abrumador saber que esto sigue pasando y se sigue justificando desde la esfera más pequeña hasta la más influyente y que es la mujer la que debe de demostrar a toda costa que es una víctima.

Como bien sabemos, esta memoria empieza con una agresión sexual, pero eso solo es el comienzo y lo mínimo que tuvo que pasar Chanel. A partir de ahí se desencadenaron una serie de pruebas que seguían invadiendo su cuerpo y su privacidad, algo que me indignó sobremanera. Y es que es tan ofensivo saber por todo lo que tuvo que pasar ella y todas las víctimas que deciden denunciar.

Aquí no solo se lograra apreciar el machismo y sus micro expresiones, se apreciara a gran escala lo mal formuladas que se encuentran las leyes y el sistema en general, el cual hace pensar que lo único que busca es culpar a las víctimas y justificar al agresor. Un patrón repetitivo en Estados Unidos, en México, en America Latina y en cualquier parte del mundo, un patrón que se repite y se repite… Y eso es lamentable, vergonzoso.

Después de conocer esta historia le quedará claro a cualquiera que tenga duda de porque hay tantas y tantas mujeres agredidas que prefieren guardar silencio. Porque resulta muy fácil señalar y juzgar pero se necesita una fuerza sobre humana para poder superar una agresión y además enfrentarse a una sociedad que te culpa por el simple hecho de cómo ibas vestida.

Sinceramente, yo no sé si hubiera tenido la fuerza de Chanel para resistir a tanto escrutinio público, a tanto juicio moral y a tanto señalamiento. Es por ello que aunque ella no me conozca y ni siquiera llegue a leerme, agradezco enormemente su existencia, la de ella y la de muchas otras mujeres valientes que resisten buscando un cambio que nos incluye y busca beneficiar a todas.

Chanel es un gran ejemplo de valentía, lucha y perseverancia y me hace sentir esperanza el saber que existen personas como ella, que no importa cuan rotas estén, seguirán adelante buscando cambiar este mundo tan podrido.

En 2015, Chanel Miller que por entonces tenía 22 años sufrió una agresión sexual a manos de un estudiante llamado Brock Turner en el campus de la universidad de Stanford. Tras denunciar la violación bajo el seudónimo de Emily Doe, su caso se convirtió en uno de los más mediáticos de los Estados Unidos.

l relato de Chanel es duro de leer y no nos dejará indiferentes. Recorreremos un gran espectro de emociones en su lectura, pero predominarán la rabia y la impotencia. La autora nos hace testigos de absolutamente todos los detalles de su historia y sabremos cómo se sintió al despertarse desorientada y descubrir que un extraño había abusado de ella mientras estaba inconsciente. Asimismo descubriremos el agotador proceso en el que se vio envuelta al decidir denunciar los hechos, pasando por frustrantes y lentos juicios donde se le cuestionaba continuamente.

Unas memorias donde también tienen cabida el sentido del humor y la luz del entorno de Chanel como elementos sanadores pese a la gravedad de lo que se nos narra y es que la autora no pretende sumergirse en la pena tras la agresión y pretende que el lector conecte con ella como lo haría antes del ataque.

‘Tengo un nombre' es un testimonio poderoso, valiente y necesario donde se exponen las brechas del sistema judicial así como las injusticias a las que se ven expuestas las víctimas. La voz de Chanel actúa como un faro para todas ellas y es un potente recordatorio de que deben seguir adelante sin dejar que los agresores definan quiénes son.