La primera impresión que he tenido al leer esta historia es de rechazo. Supongo que iba contaminado con varios aspectos. El primero tiene que ver con lo cultural. Y es que el personaje, Superman, ha sido siempre construido en torno a unas premisas tan firmes que resulta muy chocante ver ahora una historia en la que el personaje queda desnudo y humanizado por su propio ego y su propia arrogancia, solo contenidos estos gracias a la gran labor del matrimonio Kent. Una vez superas esta fase te dices, "ok, es un nuevo origen, veamos qué pasa". Y entonces te chocas con lo que esperabas al leer que guioniza Frank Miller, el mismo Miller de Sin City, el mismo del Batman: año uno, el mismo de 300. Y no terminas de encontrar ese tono oscuro que esperabas. de hecho, si de algo carece el texto es de oscuridad. No obstante, insisto, este primer tomo marca un comienzo hechizante, a pesar de que a veces quedan confusos los textos y la procedencia del narrador, que te va atrapando y te hace sentir como un adolescente que se enfrenta por primera vez a una historia de superhéroes. El volumen tiene un encanto novelesco que te obliga a querer pasar siempre de página, y los dibujos son fluidos e interesantes. Un nuevo punto de partida para el hombre de acero. No es tan espectacular como pensaba, pero tal vez sea porque se trata de un nuevo punto de partida más encaminado a enganchar a nuevos lectores que a satisfacer a los viejos puretas del noveno arte. |