Ni temeré las fieras

Roberto es un joven que se va a vivir un tiempo a Nápoles porque consiguió trabajo como lector de español en la universidad. En España dejó una novia, en Italia tiene una amante. Así que su vida se dirime entre el trabajo y la infidelidad (las cosas por su nombre). El problema es que las dos caras de Nápoles se van a desbalancear después de un trágico suceso y Roberto va a conocer lo peor de la ciudad. Y tendrá que sobrevivir en el medio.

La historia oscila entre el policial y el thriller. Me voy a centrar en la parte policial porque es la más importante y porque trata de mostrar que Nápoles es una ciudad que requiere que sepan transitarla, incluso aunque vayan como turista. Todo empieza cuando alguien quiebra la ley del “no te metas” por una persona peligrosísima que tiene secuaces peligrosísimos. A partir de allí, en la novela se produce una escalada de violencia imposible de parar ¿Se puede confiar en la ley o todo debe hacerse por mano propia? El libro no le escapa a ese dilema y quien lee se lo va a preguntar una y otra vez. Por eso mismo hay personajes que deciden vivir al margen y otros que quieren intervenir. de todos los que hay –son unos cuantos–, solo dos o tres me partieron el corazón. No, ninguno fue Roberto. al protagonista no lo pude tragar.

En la vorágine de amantes, investigaciones, muertes y sangre, Roberto se pierde un poco. Es el hombre que no se da por enterado de nada hasta que le sucede, reforzando su posición como extranjero a quien le falta mucho por recorrer. Creo que solo hacia el final tiene un atisbo de brillantez pero, por lo demás, él y su narración de los hechos es perezosa. Sin embargo, el libro está bien escrito y la acción –está lleno de ella– tiene un ritmo parejo. Es la primera novela de Salas Díaz, así que no seré más incisiva. En los agradecimientos aclara que algunos sucesos y personas de la ficción fueron reales y creo que le da un aura extra al libro. de hecho, las descripciones de las calles y demás lugares me trasladaron a la ciudad. La pude imaginar sin haber ido.

Si tuviera que señalar un punto flojo, elegiría algunas escenas grotescas, más similares a una telenovela que a otra cosa, que desinflan la trama. Creo que fue lo único que realmente me molestó, quizás porque no es algo que espero de un libro así.

Es una novela recomendable para quienes quieran salir del policial típico y de los escenarios típicos.