El ritmo de los condenados

Dani, el perverso, es un chico obsesionado con lo oscuro y lo diabólico, además le encanta representar ese papel de chico vampiro cuando toca con su banda de metal. Y justamente, en uno de sus conciertos, la vida de Dani cambiará por completo, una chica lo acabará transformando en lo que él representa y, sin esperarselo, se verá inmerso en una guerra entre bandos vampiros, por un lado la Organización, un grupo dictatorial que acaba de llegar a América y, por otro, los vampiros americanos que quieren seguir siendo libres.

🔷 Ya había leído el libro anterior del autor y me había gustado mucho, así que cuando surgió la oportunidad de poder leer este, me anime y ha sido una muy buena lectura.

Nos encontramos con una trama muy ágil y adictiva, que he disfrutado mucho y donde iremos acompañado a Dani, el perverso, en su andadura como vampiro.

Una historia oscura, con una lucha de clanes en la que Dani tendrá que ver por qué bando acaba tomando partido pues, aunque de primeras todo parece muy claro, sus impulsos oscuros y malignos pueden arrastrarlo por otro camino.

Aunque no es una segunda parte como tal y se puede leer totalmente independiente, quiero comentar que aquí nos encontraremos con algunos personajes de El retrato del depredador, por lo que si os llama la atención, os animo a leer ambos para poder ver estas coincidencias y entender mejor algún personaje.