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Lo que Mike Mignola hace en estas historias va a quedar para los anales, no cabe duda. Se siente cómodo con el entorno, con el personaje, con las historias, con el tono narrativo. Es su criatura, y posiblemente nadie pueda retomarla con semejantes cotas de calidad después de que Mignola no esté. En este semilla de destrucción, Hellboy se enfrentará a un misterioso brujo que dice ser quién lo invocó a este plano cuando era solo un bebé demonio, y que tiene respuestas a muchas de las preguntas e inquietudes de nuestro investigador paranormal. Pero, ¿quién quiere saber las respuestas cuando la persona que te las puede ofrecer va a liberar a una fuerzas primigenias y ancestrales cuyo único objetivo es acabar con el mundo? Hipnótico en el dibujo, maravillosos los escenarios góticos, y con infinidad de referencias a la obra de Lovecraft, este Hellboy es un cómic que hay que leer sí o sí. |
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