Malasangre

Venezuela, 1921. Diana, una joven de 14 años, descubre que ha heredado el gusto por la sangre de su padre y esto la alejará de su madre.

Diana ademas de enfrentarse a la complicada situación familiar, también se verá en una relación complicada con su pareja, con la que se empeñan en casarla, y, además, se verá involucrada en actividades ilícitas y conspiraciones políticas.

Ha sido una lectura que me ha parecido muy interesante por el contexto histórico en el que nos sitúa, en una Venezuela de los años 20 llena de cambios, una ambientación muy buena que nos cuenta la situación política y demás.

Una trama histórica con toque fantástico que me ha gustado. Ver a Diana en ese ambiente y por las situaciones que tiene que pasar, los problemas de la época y el hecho de ser mujer y tener que enfrentarse a diversas situaciones, aunque si que es verdad que quizá esperaba algo más ágil y con acción y no ha sido así.

La forma de narrar de la autora, aunque quizás recargada en algunos momentos, ha sido un punto que me ha encantado y buscaré más libros suyos para leer.

En definitiva, una lectura que, si bien, no ha sido lo que esperaba, lo he disfrutado mucho y me ha sorprendido gratamente.

Autora : Michelle Roche Rodríguez.

En esta novela vamos a conocer a Diana, de 14 años, que padece hematofagia heredada de su padre. Esto significa que se excita al beber sangre humana.
La protagonista se ha criado en un ambiente hostil por parte de sus padres que, aparte de maltratarla, la intentan casar. El plan fracasa y al final lo que quieren es ingresarla en un convento y así deshacerse de ella, ¿creéis que ella se dejará?
Sin embargo el hilo conductor principal nos habla de la historia de Caracas en los años 20, denunciando la corrupción y el machismo, entre otros temas.
La pluma de esta autora me ha encantado.
Sin embargo, la historia no es del todo lo que me esperaba y en algunas ocasiones he echado en falta algo más de diálogo, sobre todo al principio
Aún así me ha gustado mucho y recomiendo su lectura !

Malasangre es un libro de Michelle Roche Rodriguez, una escritora venezolana que ha publicado cuatro libros siendo este el último. Fue publicado en enero de 2020.

Esta es la historia de Diana, una joven que sufre hematofagia por herencia, esto es, disfruta alimentándose de la sangre del resto. Situándonos en 1920 en la capital venezolana, Caracas, acompañaremos a Diana en un viaje por la historia de su país con la dictadura del militar Juan Vicente Gómez y las distintas intrigas políticas de la época. Es decir, estamos ante un libro gótico dónde el componente histórico tiene una presencia mucho más visible que la propia hematofagia de la joven, a pesar de que esto último es la semilla de la novela.

No me esperaba algo así, pero para nada. Me ha gustado el planteamiento de la historia y puedo decir que he aprendido bastante de la historia de este país gracias a la lectura de este libro. Por otro lado, usar la hematofagia como hilo conductor de la novela me parece algo arriesgado. La mezcla de estas dos vertientes de la novela es algo que no he acabado de ver. Es decir, cada parte por separado me ha gustado, pero la mezcla de ambas no me ha acabado de cuadrar del todo.

No obstante la historia me ha entretenido mucho y me ha gustado. Quiero destacar la condición hematofágica de nuestra narradora. Esto es algo que hace que sus relaciones sociales no sean normales e incluso sus padres no la aceptan. Una condición humana que la autora usa muy inteligentemente para poner de relieve muchos de los problemas existentes en la sociedad: el no aceptar lo diferente, el tratar de ocultar lo que somos porque el mundo no es capaz de aceptarlo o el culpar a la víctima en vez de ayudarla.

Malasangre (2020) es su cuarta novela, una novela de aprendizaje donde tendremos, a la primera persona, la narración de tres años de vida de la heroína, Diana Gutiérrez después de la pubertad; es también una ficción histórica en la ciudad de Caracas de los años 1920.

Debo confesar que me interesó el libro por el lado científico, por tratar de una anomalía llamada hematofagia o vulgarmente vampirismo, una pulsión a beber sangre. La hematofagia se puede dar en los humanos, en la fase avanzada del Síndrome de Renfield y se le llama vampirismo clínico. Cierta excitación sexual con la absorción de sangre, se ha constatado después de la pubertad.

El vampirismo está muy poco desarrollado en el libro, y se trata más bien de una metáfora que utilizará la escritora para explicar su texto.

La heroína Diana heredará esta anomalía de su padre (que a su vez la habría contractado con una prostituta durante su práctica militar, lo que no es posible, porque no es una enfermedad contagiosa). Diana crece eu un hogar difícil con un padre usurero y una madre beata. Ambos son excesivos en sus prácticas sociales, arribistas feroces y menosprecian a esta hija que siente una atracción fatal por beber sangre fresca. Ocasionalmente la utilizarán para sus fines sin importarles el futuro de Diana. Tratarán de imponerle un matrimonio con un mal candidato, pero la tentativa terminará mal y para deshacerse de ella, deciden internarla en un convento; pero Diana que ha perdido el alma en sus excursiones de hematófaga, no está dispuesta y tomará decisiones personales y arriesgadas para seguir viviendo aunque sea en la perversión de su malasangre.

Hay un paralelismo morboso entre esta enfermedad (la sed de sangre) y un deseo sexual exacerbado; en el libro esto se podría interpretar de manera simbólica como la sed de vampiros extranjeros por chupar la sangre del pueblo venezolano, su petróleo, un petróleo que « vampirizaron », un petróleo que hizo la fortuna sólo de unos cuantos.

La parte histórica narra Caracas de los años 20 durante la dictadura de Juan Vicente Gómez con una pintura realista que abarca lo social, lo económico y lo político y que denuncia el machismo, el patriarcado, la ignorancia, la corrupción a todos los niveles. Fue en los años 20 cuando se descubrió el petróleo en Venezuela. Y el mal uso de este recurso que pudo hacer de este país uno de los más ricos y desarrollados de América Latina…

Una novela muy bien escrita, original, que enfoca problemas bien concretos con metáforas inteligentemente escogidas. Pero el tema no logró interesarme.
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LO QUE MÁS ME GUSTÓ: La narrativa de Michelle te deja embelesado.

Tiene una forma de escribir que mantiene el ritmo y la tensión durante toda la novela, que engancha y te envuelve en la historia. 

A mi normalmente las historias de vampiros no me llaman la atención. Sin embargo, este libro me ha gustado porque narra parte de importante de la historia de Venezuela. El tema del vampirismo, aunque importante como hilo conductor de la historia, pasa a segundo plano para narrar la situación de Venezuela para los años 1920, el comienzo de la fuerza petrolera en el país, el corrupto contexto político (tan parecido a la actualidad que duele), la opresión a las mujeres y a todos aquellos que eran diferentes a lo establecido.

LO QUE MENOS ME GUSTÓ: Si esperas una historia de vampiros con acción, derramamiento de sangre, muertes y venganzas probablemente este no sea un libro para ti.

Entiendo que pueda ser un libro que haya a gente que no le llegue, porque el tema central es plasmar el pensamiento y las opresiones de Venezuela en los años 1920.

Me hubiese gustado saber mucho más sobre el trasfondo de algunos personajes, creo que están demasiado bien logrados y cada uno era un mundo por descubrir más allá de lo que nos ha contado en malasangre.
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Me ha costado mucho ponerle una puntuación porque a ratos era muy interesante y otras veces algo lento. Pero por partes.

En goodreads leí algunas reseñas y todas eran de 2 o máximo 3 estrellas, y creo que el error está en la propia descripción del libro. Nos la venden como una historia de vampiros. Situada en Venezuela en 1920 y como protagonista Diana una chica de 15 años, que no es ni niña ni mujer, que descubre que es una Malasangre, una vampira.

Y dices ¡WoW! Qué interesante, ¿Pero qué nos encontramos? Mucha, pero que MUCHA historia política de Venezuela, mentalidad retrograda, mucha religión, el papel de la mujer como objeto inútil que solo vale para casarse y si no, socialmente no vale nada y cuatro escenas vampíricas. Y claro, decepciona.

Yo no conocía nada de la historia de Venezuela de la década de los años 20, así que por esa parte bien porque he aprendido algo nuevo. Pero es verdad que hay capítulos, que se hacen interminables con tantos datos petrolíferos, que si agencias, negocios, nombres de señoros etc, lo que me interesaba era Diana, y creo que a la autora le ha faltado un poquitín más centrarse en el interior de la protagonista.
Además sientes una impotencia todo el rato por Diana, porque la injusticia hacia la mujer de la época, de la supremacía del patriarcado, y no nos engañemos, que ha sido así siempre, es terrible, y sientes mucha rabia.

Tengo que reconocer que a mí me ha gustado, la autora sin duda sabe muchísimo sobre política, y lo deja bien claro en el libro, pero puedo entender que para cierta gente pueda resultar aburrido y más si te venden vampiros.

En la Venezuela de 1921, Diana una adolescente de catorce años hija de un prestamista supeditado a la dictadura gomecista y una mujer católica practicante con la que ha desarrollado una tensa relación, hereda la extraña hematofagia de su padre, que empieza a tomar fuerza a medida que se desarrolla su deseo sexual hacia el sexo opuesto y comienza a verse amenazada por una serie de sucesos violentos.

Sobre un telón de fondo histórico con uno de los períodos más complejos de la historia venezolana, la autora construye un relato que baila entre la novela histórica, el relato de terror y la narrativa gótica; siendo este es uno de los puntos de solidez de la novela. No ajustarse a un estilo y no tener por qué hacerlo enriquece el texto con un ritmo adictivo desde las primeras páginas te envuelve en una historia cuya trama trata temas tan potentes como las relaciones materno y paterno filiales, el descubrimiento de la sexualidad y el deseo, las relaciones entre mujeres y hombres, la sociedad venezolana de principios del siglo XX y la figura de la mujer como principal protagonista.

Un texto nada convencional, que aborda un nuevo "vampirismo" dentro del género de terror en el que no es el centro de la novela sino una herramienta que abre camino al peso del relato. Recomiendo leerla sin esperar una historia sujeta a los estándares de ningún género, y sin duda estoy deseando conocer alguna de las publicaciones anteriores de la autora.
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