Momo

Podría resumir Momo valiéndome de la palabra "entrañable" y podría dar acabar aquí la crítica, pero este libro merece que le preste mucha atención más.

Michael Ende nos presenta un problema que cada vez se está agravando más en las sociedades modernas: la falta de tiempo. Cada vez dependemos más de unos factores externos (tecnología, estudios, trabajo...) que nos alejan del gozo personal, del ese ideal alejandrino que prosperó en la Antigua Roma y que hizo aflorar grandes personalidades como Catulo.

Momo es una oda al espíritu imperecedero del disfrute, reflejado en los trepidantes juegos de los niños de la calle, en las charlas entre amigos una tarde en el parque, en los paseos lentos que te permiten disfrutar del mundo.

Materializando la pérdida de nuestro (porque sí, es nuestro, de cada uno) tiempo en los hombres grises, solo Momo puede acabar con esta mafia italiana imaginaria para salvar a todos sus amigos que ya no tienen tiempo para dedicarles unos segundo que páginas atrás resultaban ser horas enteras.

Momo es una niña, de nuevo, entrañable. El cariño que sientes por ella te une desde el primer momento y te hace no poder dejar de acompañarla en su arriesgada aventura.

Leedlo. Tenéis tiempo.