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Una historia con la que pasar el rato, sin grandes pretenciones. Lo más destacado son las descripciones de los lugares, que la autora intercala de manera que no se hacen para nada pesadas, especialmente si te gusta Escocia. En cuanto a los personajes, no he podido conectar con ellos, o mejor dicho, no he podido conectar con Ana. No llegué a entender su comportamiento. Y es que no puede ir de espíritu libre, de mujer de ideas muy claras y que su única reticencia a una relación sea un problema de diferencia de clases viviendo en pleno siglo XXI. Es de lo más estúpido. Además, no me gustan las infidelidades. Puede que su novio estuviera lejos pero no pensó en él ni por un momento. Tampoco le dio la importancia que se merecía a Dylan y a su relación. La veía como algo pasajero, un rollo de verano que no iba a durar pero no se molestó en compartir ese pensamiento con Dylan aún viendo como él la trataba. Por otro lado, la prosa de la autora no es mala. Eso sí, podía haber dividido la historia en más capítulos sin problemas y así no le habrían quedado unos tan largos. Y de paso podía haber añadido un epílogo porque la manera de terminar la historia es bastante floja, por no decir mala. ¡Las cosas no se arreglan sólo con un abrazo! ¿O soy yo la rara que no arreglaría así de sencillamente una separación de meses después de separarse como lo hicieron y debido a lo que lo hicieron? |
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