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LADY MASACRE es un libro que desde sus inicios te da a entender que la historia no va a ser para nada dulce, todo lo contrario, va ser lo más cruel pero realista que se puedan imaginar. Frank Molina es un personaje lleno de vicios y una enfermedad que lo hace convertirse en su peor enemigo. al ser despedido de su trabajo como cronista este después de pasar días en donde el alcohol era su única compañía decide enfrentar su realidad y hacer un curso con unos detectives y montar una agencia de investigación, ya que el mismo sentencio su buen nombre como periodista. al principio los casos que le llegaban no eran de su agrado, pero después llega una inesperada visita que lo toma con la guardia baja, alcoholizado y drogado, llega una cliente que le dará un caso que lo llevará a internarse a un mundo lleno de corrupción. Mariana Pombo le pide que investigue el asesinato de su hermano un excongresista que supuestamente murió debido a un robo pero que ella sospecha que todo eso fue una mentira donde su cuñada está involucrada, Molina se estaba metiendo en la boca del lobo. A medida que el hombre va investigando se va enterando de muchas situaciones políticas que se dieron en Colombia, relacionados con parapolítica y la corrupción que en su tiempo fue un Boom en nuestro país y que el periodista no le dio tanta relevancia. Comienza a investigar y finalmente llega a la conclusión de que efectivamente fue una escena montada y que nada es lo que parece, pero la investigación no está tomando ningún rumbo, nada parece tener sentido y es ahí donde el protagonista pierde la cordura y recae nuevamente, es una de las etapas más duras del libro porque te das cuenta de que el mundo está lleno de vicios y que la sociedad está también demacrada por ellos, él se dedica a caminar por las calles, drogarse, tener mucho sexo, todo lo que pasa durante esa parte del libro es bastante crudo, es de las escenas más realistas y eso es lo que más aprecie del libro porque no tiene censura al mostrarte lo bajo que caen las personas.
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