La resistencia y el arraigo, casi siempre, tienen que ver con los muertos. Con el lugar en el que descansan y en el que se deshacen sus cuerpos.
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La resistencia y el arraigo, casi siempre, tienen que ver con los muertos. Con el lugar en el que descansan y en el que se deshacen sus cuerpos.
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Nadie quiere llamar ruina a la que fue su casa.
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Igual que posee quien nombra, algunos se nombran a sí mismos para marcar límites y decir "esta soy, aquí estoy, esta seguiré siendo aunque me vaya". Porque nombrar no es otra cosa que salvarse.
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Nadie quiere llamar ruina a lo que fue su casa, pero no hay otro modo de nombrar lo que se inunda y se derrumba y vuelve a salir a flote.
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A él no le preocupaba casi nada, salvo ser cronista de la lluvia inesperada.
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A veces no es el mar. Es como a una se lo cuentan. |
El estallido de una casa dura apenas unos segundos. Pero por dentro, en los recuerdos, el hogar se queda estallando para siempre.
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Eran historias tan viejas que no quedaba claro si los mayores las recordaban, las heredaban o las inventaban.
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No había números para todo eso porque la ausencia de cifras y detalles siempre ha facilitado el olvido de lo que no se quiere recordar.
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No había números para todo eso porque la ausencia de cifras y detalles siempre ha facilitado el olvido de lo que no se quiere recordar.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?