Todo el mundo conoce a la gran ballena blanca aunque sea de oídas. En mi caso nunca me había adentrado en su historia, y hacerlo por fin ha sido una grata sorpresa. Creí que me encontraría con una historia repleta de aventura y acción, pero no ha sido el caso. Si bien tiene sus momentos, el autor se extiende hablándonos de los tipos de ballenas, detalles sobre éstas, tipos de arpones y en general sobre el mundo ballenero y sus entresijos. Más que disgustarme ésto fue algo que me encantó, pues es información la mar de interesante -aunque confesaré que en algunas ocasiones se me hacia pesado, y no es un libro que pueda leer cuando estoy algo cansado-. La obsesión a la que puede llegar un ser humano y la crueldad que nos puede consumir por pura venganza está muy bien representada, al punto que uno llega a tener miedo de su propia naturaleza. Amé las ilustraciones, son preciosas, detalladas y te hacen adentrarte aún más en la historia, aunque esperaba algunas más. Lo que más sufrí, o más bien lo único, fue el tamaño de letra ya que es bastante más pequeña de la que acostumbro a leer. |