Chicas de nieve y cristal

Hay cosas peores en el mundo que ser delicada. Si eres delicada, significa que nadie ha intentando romperte...

Él sabía que si criaba a su hija sin amor, y que si le decía con frecuencia qye no era capaz de experimentarlo, ella pronto comenzaría a darle la razón, aunque fuera solo porque era lo único que había conocido. Él la habia recreado a su imagen y semejanza, no quitándole su corazón, sino convenciéndola de que ella era incapaz de amar, al igual que él.

Quizá hubiera sido más fácil vivir en la fantasía que había creado, un mundo de cristal que reflejaba solo las partes de sí misma que podía admirar.

Las personas no son racionales cuando se trata de asuntos del corazón.

Estaba tan cansada de ser fuerte, tan cansada de luchar contra enemigos reales e imaginarios. Y ahora moriría porque al final, era tan frágil como un trozo de vidrio.

Pasó junto a él sin permitir que la tocara. Estaba cubierta de fracturas, y estaba segura de que si el colocaba un solo dedo sobre ella, se rompería inmediatamente en un millón de fragmentos.

Solo las madres muertas eran perfectas, las vivas eran desastrosas e impredecibles

Nada había cambiado realmente. La verdad aún se interponía entre ellas como un cuchillo despiadado: solo una podía ser reina. Solo una podía ganar.

¿Cómo podremos alguna vez superar esto?, se había preguntado en ese entonces y ahora pensaba lo mismo. Nunca más podrían caminar al unísono, una de ellas siempre debería perder terreno hasta que no hubiera otra opción más que caer.

La horrorizaban sus propios pensamientos, su necesidad de destruir a cualquiera que se acercara demasiado a ella