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Llegar a este libro habiendo leído "Temporada de huracanes" pone el listón muy alto. Sin embargo, nada más comenzar te das cuenta de que no sirve de nada compararlos, se siente desde el inicio que la intención y el estilo son diferentes aunque sí comparten un fondo común: la violencia y crueldad. En este caso, el tema que atraviesa es el del narcotráfico que empaña el día a día de la región de Veracruz, infectando a sus habitantes, sus rutinas y sus destinos. Y el retrato es transversal, aparecen tanto traficantes como víctimas, familiares o simples testigos. Nada se escapa a la aguda mirada de Melchor. El estilo de los relatos es una mezcla entre periodismo y ficción, una línea que la autora maneja de manera magistral y que en el fondo podemos incluso olvidar porque ¿no es, en ocasiones, la realidad más cruel que cualquier historia inventada? ¿Y no podemos igualmente difuminar los hechos para encajar las piezas en el puzzle que contamos? |
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