Atados a las estrellas

Una de las cosas que más me ha llamado la atención de esta historia es que difiere bastante con respecto a los patrones que suelen seguir las novelas juveniles distópicas. Por un lado, la trama principal gira única y exclusivamente entorno a los dos protagonistas, Lila y Tarver, llegando incluso a no haber personajes secundarios; aparecen algunos más, por supuesto, pero sus intervenciones son tan efímeras que es imposible considerarlos como tal. Por lo tanto, podemos afirmar que Atados a las estrellas es una novela de personajes en su forma más pura, puesto que la acción depende por completo de lo que les ocurre a ellos dos mientras están en el planeta desconocido. Evolucionan bastante en todo ese tiempo que pasan aislados, sobre todo porque este tipo de experiencias (aquellas en las que lo único que importa es sobrevivir) crean un vínculo muy profundo con la otra persona. Además, es muy interesante ver cómo poco a poco su coraza se va rompiendo por la presión, por el dolor, por la desesperación, y al final terminamos dándonos cuenta de que en el fondo son personajes mucho más humanos y vulnerables de lo que parecen.

Por otro lado, esta es una magnífica apuesta para aquellos que ya han aborrecido (o a los que simplemente no les gustan) los triángulos amorosos. Sí, de verdad. Una de las ventajas de que la historia se centre sólo en Lila y Tarver. No obstante, Amie Kaufman y Meagan Spooner van un paso más allá y retuercen también el cliché del chico guapo, egocéntrico y peligroso. Tarver no se parece en nada al tipo de chico al que estamos acostumbrados, ya que detrás de su lado disciplinado, ante todo es un buen soldado, guarda unas contestaciones muy sarcásticas reservadas con especial cariño para Lila LaRoux, la hija del magnate más poderoso del universo. Hay diálogos en los que me era imposible no reír con sus ocurrencias, pero a pesar de todo se porta muy bien con Lila en las peores de las situaciones. Con ella no he conseguido conectar del todo, si os soy sincera, pero eso no me impide apreciar que es muy valiente, fuerte (cuando leáis lo que le pasa a sus pies me entenderéis) y leal. Puede que sea rica y siempre lleve puestos vestidos preciosos; sin embargo, precisamente por esto ha aprendido a valorar lo importante que es tener a tu alrededor a personas que te quieren. Me parece un poco desacertado que ya en la sinopsis revelen que surgirá algo romántico entre ellos, pero supongo que a estas alturas sólo con ver la portada del libro se puede intuir. Su relación, como dije más arriba, nace en una situación muy peliaguda, ¿quién sabe si sobrevivirán?, de modo que va surgiendo de forma paulatina y podemos ver con total claridad los detalles que hacen que se enamoren el uno del otro.

Asimismo, la temática se aleja de los mundos post-apocalípticos que solemos encontrar en las distopías de hoy en día y deja paso a la ciencia ficción. Por esta razón, la historia se desarrolla al principio en la nave Ícaro y, más tarde, tras el accidente y la huida en las cabinas de emergencia, en un planeta que se asemeja bastante al nuestro, con árboles, flores y montañas, pero que para la gente rica de Atados a las estrellas son extraños porque ahí sólo viven los pobres o las colonias, como se explica en el libro. A mí no me suele gustar la temática espacial, disfruto muchísimo más con la fantasía, pero al menos en esta primera entrega no me ha importado demasiado porque casi todo la acción tiene lugar en el planeta del que acabo de hablar. El ritmo mejora una vez se ha producido el accidente y Lila y Tarver tienen que luchar con todas sus fuerzas para sobrevivir, siempre nos ronda la duda de si lograrán encontrarles a tiempo, pero no esperéis escenas de acción o enfrentamientos violentos porque no las vais a encontrar en este libro.

El estilo de las autoras es sencillo, con unas descripciones muy vívidas sobre la fauna y flora del planeta, y no se nota para nada que ha sido escrito por dos personas diferentes. El libro está narrado por ambos protagonistas, así que esto facilita que entendamos mejor a Lila y Tarver pues nos da acceso a sus pensamientos más ocultos. Si bien la historia en general me ha gustado mucho, la evolución de los personajes y su relación me pareció muy trabajada, el final no me ha parecido gran cosa porque el gran giro, el que impacta de verdad, ocurre mucho antes de que lleguemos a las últimas páginas. Teniendo en cuenta que se trata de la primera parte de una trilogía Atados a las estrellas no es uno de esos libros con un final de infarto, pero no me importa demasiado porque ya tenía intención de continuar con la trilogía para saber qué les ocurre a Lila y Tarver.
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