Vampire Academy

Me copa la estructura vampírica que nos propone Mead donde existen tres clases de vampiros: Los Moroi son vampiros vivos, esto quiere decir que nacen, se reproducen y mueren y tienen poderes mágicos. Aún así necesitan consumir sangre como cualquier otro vampiro y le tienen alergia a la luz solar. Luego tenemos a los dhampir, la raza de nuestra protagonista, que son una especie de mezcla surgida originalmente entre moroi y humanos. Sin embargo, los dhampir no pueden reproducirse entre sí y la única forma de procrear nuevos dhampir es con mujeres dhampir y hombres morois. Pero ahí existe toda una contradicción porque los moroi no reconocen a sus vástagos dhampir y estos existen para servirles. Los dhampir se entrenan para ser los guardianes y defensores de los moroi. Lo que nos deja a los últimos vampiros de la ecuación, los strogoi que son vampiros "muertos" e inmortales, estos no nacen sino que se crean ya sea cuando un moroi mata a alguien alimentándose o bien porque los strigoi mordieron a algún humano o dhampir. Son los vampiros más peligrosos y de quienes deben defender los dhampir a los moroi.

La historia de VA sigue a Rose, una dhampir, y a Lissa, una princesa moroi. al principio ellas se fugaron de la academia y andan ocultándose en Portland hasta que las encuentran y las llevan de nuevo a la Academia. Allá deben enfrentarse con los chismes y el bullying de los adolescentes por un lado, mientras que Rose es castigada con libertad reducida por su comportamiento. Además, como se encuentra fuera de forma le asignan entrenamiento extra con el secote de Dimitri. Así nos van introduciendo de a poco en el mundillo de estos vampiros, con sus reglas, sus poderes, su estructura social, sus ideas retrogradas e hipócritas. Ah me cayeron muy gordos los moroi, tienen unos aires de grandeza y se creen superiores a todo al punto de desdeñar a los otros por creerlos inferiores y hasta patéticos aunque ellos dependan de esos inferiores (el desdén que tienen por los proveedores de sangre me molestó mucho porque los tienen como adictos patéticos, ah pero si no fuera por los adictos patéticos esos cómo sobrevivirían ellos? Ni hablar la bronca que me dio que los dhampir estén tan alienados y unidos a ellos al punto que sus vidas no tienen importancia alguna porque solo viven para servir y proteger a los moroi -.- Sale una rebelión dhampir por acá!

Sacando de lado mis problemas con los vampiros reales, los problemas que les toca enfrentar a las protagonistas, además de los chismes y humillaciones de sus compañeros inmaduros, a Lissa le empiezan a dejar animales heridos/muertos en su habitación, entre sus cosas o por donde ella anda. Lissa adora a los bichos y tiene un alma gentil que la impulsa a tratar de curarlos. Sin embargo, Rose la ayuda y trata de convencerla para que no haga eso porque no es buena idea y nadie debería enterarse que ella tiene ese poder. Los moroi dominan la magia elemental y tarde o temprano deben especializarse en un elemento en particular. Está mal visto que no se declaren sobre un elemento en particular y no se sabe casi de magia como la de Lissa. Aunque le sale caro usar esa clase de poderes a Lissa porque siempre queda débil y desbordada de emociones negativas, rozando la depresión que la llevan a aliviarse de formas un tanto drásticas. Hacia el final tenemos una pequeña conspiración que nos mantiene pegados al libro y aunque no estoy de acuerdo con los planes del villano, medio concuerdo con sus ideas :/

Tenemos un lindo elenco de personajes donde mis favoritos fueron los hombres. Dimitri a la cabeza, con su seriedad, su calma y su forma de ser tan sensata. Aún así Dimitri baja la guardia más de una vez con Rose para terminar comprándonos un poco más. En segundo lugar adoré a Mason, el amigo de Rose que está re enamorado de ella, pero parece destinado a la friendzone :( Mason es genial, ayuda a Rose un montón, ya sea dándole información interesante, haciéndole favores y hasta salvándole las papas en varias oportunidades. Por último, le agarré aprecio a Christian, el interés amoroso de Lissa, que a simple vista parece el chico emo y marginal pero tiene un sentido del humor irónico y siempre da en el clavo.

Me gustó y disfruté la historia, me copa que tenga un leve tono de humor y Rose es una prota genial. Amo la amistad que tienen ella y Lissa, medio las shippeo :D No me copó mucho la sociedad vampírica por toda esa hipocresía y aires de grandeza, tienen ideas muy estúpidas que me daban bronca... desde esa superioridad que sienten frente a los demás hasta la forma en la que tratan a las mujeres de todas las razas (peor se la llevan las dhampir que por lo visto si no pueden ser guardianas solo sirven para ser madres o "prostitutas de sangre" e-e). Veremos cómo sigue todo con estos personajes, los moroi y los strigoi en los siguientes libros.

Es imposible leer este libro sin contener la respiración. Empieza con fuerza, se desarrolla con fuerza y termina de la misma manera. También es imposible no darse cuenta de que la saga ya no tiene el tono del primer libro (y Frostbite ya lo anunciaba), tan introductorio y ligero de leer. Shadow Kiss es el punto de quiebre que todos parecen odiar y amar a la vez. A pesar del sufrimiento, a mí me pasó sólo lo segundo.

Esta vez, Rose parece estar más unida que nunca a Lissa, pero también hay muchas cosas que las separan. Rose empieza a sufrir las secuelas de todo lo que ocurrió en Spokane (voy a evitar los spoilers como pueda), tiene que lidiar con un trabajo de campo como Guardiana, controlar su amor por Dimitri (no sé cómo hace…), averiguar qué está pasando en St. Vladimir con los Moroi y se pueden agregar muchos “etcétera”. Sí, tal vez sean demasiados problemas al mismo tiempo, pero estamos hablando de Rose Hathaway. No los resuelve echándose a llorar en posición fetal. Con una estaca y su cerebro es suficiente.

Algo que debo decir en mi contra y en defensa de Mead y del personaje: sé que en las reseñas de los libros anteriores soné bastante dura y descalifiqué el estilo de escritura. No edité las reseñas porque no suelo hacerlo para cambiar opiniones y todavía lo siento así, pero también tengo que agregar que me pareció considerable el cambio en la narración. Es mucho más profunda, más exacta y menos digresiva. Además, el argumento no es para nada simple. Por otra parte, antes no entendía a Rose (y en el primero me caía bastante mal), en Frostbite le empecé a tomar cariño y ahora la apoyo completamente, incluso en las decisiones difíciles. Y, como pude comprenderla, también pude apreciar más su punto de vista de las cosas. No sé si fui muy clara, pero espero haberlo sido.

Si hay algo que no cambia desde que leí el primero es mi fascinación por los personajes. Son tan sólidos como ambivalentes. Adoro a la gran mayoría de ellos (Rose, Dimitri, Christian, Eddie…) y siempre me sorprendo porque mi lista de personajes queribles crece. Si bien hay varios que siguen siendo desagradables y compiten por superarse a sí mismos (como el elitista Jesse Zeklos, por ejemplo), no se les puede negar que tienen una buena construcción. Además, también se encargan de hacer tambalear el sistema de razas con sus ideas y sus actos. Me pregunté en algún momento si Mead disfruta el auto-boicot. Yo creo que sí.

El libro es difícil de soltar y encontré algo negativo en ello (nada grave). Las escenas en donde todo parece estar en paz para luego convertirse en un caos no dan respiro, a tal punto que a veces me cansaba de la falta de un alto más duradero. Y es obligatorio comentar el final, aunque no quiera hacerlo. No lo digo por la posibilidad de un spoiler, sino porque de verdad dolió. La última vez que lagrimeé tanto con un libro fue cuando leí el último de Harry Potter. No odio a Mead por el giro que decidió darle a la saga: se lo agradezco. al fin alguien deja de pensar en qué quieren leer los demás y le da prioridad a sus propias ganas de escribir. No hay un they come first.

Así que Shadow Kiss, en resumen, es exageradamente superior a los libros anteriores por varios motivos. La trama se complica, los personajes crecen, la escritura es muy buena y entretenida, los problemas se multiplican y el final es terrible. Si antes ya quería leer la saga completa (algo que es muy difícil de conseguir), ahora no me quedan dudas de que es una de las mejores que estoy siguiendo actualmente. Y creo que por eso leo los libros con tanta distancia temporal entre ellos: así no se termina tan rápido.

Cuando conocí el libro, no me llamó la atención particularmente por su portada o sinopsis. La portada me parece linda, pero la sinopsis es un tanto confusa y difícil de interpretar. A pesar de las buenas reseñas que había leído, no estaba muy emocionada o con demasiadas expectativas al empezar a leerlo.

Los dhampir son guardianes de los moroi, los vampiros "buenos", quienes pertenecen mayoritariamente a la realeza y son mortales. Por otro lado, tenemos a la raza de los strigoi, vampiros que se pasaron al lado oscuro y viven de presas humanas, además de cazar a los moroi para conseguir la inmortalidad.

Rose es una dhampir. Una mestiza mitad vampira, mitad humana. Lissa es una princesa moroi, y también la mejor amiga y protegida de Rose. Ambas han estado escapando de los guardias de St. Vladimir, la academia de morois y dhampirs en las que Rose entrenaba y Lissa estudiaba.

Pero después de un rastreo furtivo de los guardias diera como resultado a las dos otra vez en los territorios de la Academia, Rose tiene una única opción para seguir junto a su mejor amiga y no ser expulsada: debe dejar su vida pasada problemática de lado y entrenar como nunca para terminar su capacitación como guardia a tiempo.

Quién mejor para ser su tutor que Dimitri, el sexy guardia demasiado mayor para Rose pero por el cuál se siente demasiado atraída. Él será su pesadilla en el gimnasio y comenzará con lo que para Rose luce como un entrenamiento militar. Pero el tiempo pasa y las líneas comienzan a desdibujarse.

Entonces Lissa comienza a ser amenazada de maneras horribles, y Rose no solo debe protegerla, sino también al secreto que ambas ocultan. Para ello, Rose hallará un aliado en la persona menos pensada. La única ventaja que ambas llevan es su extraña conexión.

No me hacía demasiadas ilusiones con la historia y es porque me recordó mucho a la serie Covenant de Jennifer L. Armentrout (por lo menos el primer libro), aunque Vampire Academy salió tiempo antes. Pero incluso con ese detalle de la trama (no son iguales pero hay muchas similitudes en cuanto a situaciones), la autora supo como crear una historia muy fácil de leer que tiene personajes a los cuales me gustaría seguir conociendo.

En cuanto a nuestras protagonistas, Lissa y Rose (Sobre todo Rose), la historia está narrada desde el punto de vista de Rose -aunque la conexión entre ambas hace que Rose pueda meterse en la mente de Lissa-. Esto nos deja conocer su manera de pensar y en general es un personaje que me ha gustado bastante. Rose es una persona con mucho carácter, valiente y centrada que adora a su mejor amiga con el alma y que hará lo que sea para protegerla, porque es su deber.

Lissa es la parte emocionalmente sensible de esta historia. Ella ha pasado por mucho: perdió a su familia, y solo tiene a Rose, y ahora está siendo amenazada. Su mente está en constantes discusiones para no perderse a sí misma. Lissa es una persona a la que le gusta estar sola, y ha encontrado en Christian (un apartado social) alguien que la entiende en lo que Rose no puede.

Dimitri no es un personaje del que lleguemos a conocer demasiado, pero su halo de misterio y seriedad atrae muchísimo y me gustaría seguir conociendo de él en el segundo libro Sangre Azul. El personaje que ha robado mi corazón esta vez fue Christian sin duda. Me encanta su manera de ser, y sobre todo cómo protege a Lissa.

En cuanto a las descripciones y diálogos, creo que fueron un acierto por parte de la autora. Me hubiera gustado un poco más de romance en la vida de Rose, pero es el primer libro y para ser la introducción a esta historia, me gustó mucho.

En fin, Vampire Academy es una historia atrapante, que a pesar de sus similitudes con el primer libro de la serie Covenant, me ha encantado y del cuál muy seguramente leeré la segunda parte.
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Rose Hathaway y Lissa Dragomir se escaparon de la Academia St. Vladimir. Allí residen los Moroi, vampiros buenos y vivos capaces de especializarse en el control de uno de los cuatro elementos (Agua, Tierra, Fuego y Aire); y los Dhampir humanos medio vampiros que son entrenados para ser los guardianes de los Moroi y protegerles de los Strigoi, los vampiros malos, capaces de matar sin ningún remordimiento, antaño podrían haber sido Moroi pero se convierten en strigoi tras matar a otro ser humano o Moroi. Ellos son muy fuertes y veloces, y matarlos es un tarea difícil, y además teniendo en cuenta que son inmortales. Lissa (Vasilisa) es una Moroi de linaje real la única de la familia Dragomir, la princesa Vasilisa. Y Rose es una Dhampir, la futura guardiana de Lissa según ella. Pero tras dos años huyendo de los guardianes de la Academia, ambas serán encontradas y llevadas de vuelta allí, un lugar seguro fuera del alcance de los strigois y donde los estudiantes moroi pueden estar a salvo, mientras implanten sus clases junto con los dhampir. Pero tras su regreso a la Academia, comienza a pasar cosas raras, empiezan a aparecer animales muertos entorno a Lissa, y otras situaciones que hacen pensar a Rose y Lissa en cosas que pasaron años antes, en el motivo de su huida e incluso en que quizá la Academía St. Vladimir no están segura al fin y al cabo, puedo que al menos no para Lissa.

Me ha costado resumirlo de una manera que fuera atrayente y que contara realmente de que iba sin decir spoilers, porque para ser sinceros la sinopsis no argumenta nada acerca de sobre que trata el libro y la verdad es que merece que le deis una oportunidad. Este libro ha sido una relectura me lo leí hace unos años poco antes de que saliera la película, y me gustó continué un año después con el segundo (que también planeo releer) pero no seguí la sega y este año quería terminarla.

Lo primero que he de comentar es que la trama es bastante original, en cuanto a los diferentes tipos de seres, Moroi, Dhampir y Stigoi; y la historia avanza a un ritmo bastante normal, aunque quizás al principio pasa un poco lento y lo más importante pase al final, pero los detalles que se dicen son importantes a la hora del final. Este primer libro puede que sea un poco introductorio porque te mete en el mundo de la Academia St. Vladimir por primera vez y todo el tema de los moroi, los dhampir y los strigoi ha de ser explicado poco a poco para que nos hagamos una idea de lo que son sus normas, restricciones, las “funciones” de cada uno, etc.

Los personajes están bien profundizados sobre todo el de Rose y Lissa, también he de comentar que el libro esta narrado en primera persona por Rose, lo que nos hace saber como se siente y como piensa de primera mano, y el hecho de que sea ella la que lo narre hace que conozcamos mejor a Lissa. Otros personajes que he de mencionar sería Dimirtri, el entrenador de Rose, ya que al haber estado fuera de la Academia durante dos años ha hecho que este menos en forma que el resto de sus compañeros y que necesite unas clases de entrenamiento, pero lo que cree sentir por su Dimitri no es lo que debería sentir una alumna por su entrenador. Dimitri es también el nuevo guardián de Lissa. Luego está Mason el mejor amigo de Rose y mi personaje favorito, me encanta la personalidad bromista que tiene, y como trata a Rose (he de confesar que me recuerda a Dylan O'brien, en su personaje de Stiles Stilinski en Teen Wolf, quizá por eso le haya cogido tanto cariño). Después tenemos a Christian Ozera, el chico solitario y que casi todos temen debido a que su familia se convirtió en strigoi y los demás creen que pronto él también seguirá su camino, personalmente es uno de mis personajes favoritos. Victor Dashkov el tío favorito de Lissa y el cuál padece una extraña enfermada que lo está matando y su hija Natalie, amiga de Rose y Lissa que es bastante tímida y un tanto raro (además de que le encanta hablar). Y por último quizá mencionar a Kirova, la directora, Mia, y Aaron.

En cuanto al final toma un giro bastante sorprendente y no te esperas que pase las cosas que pasan ni que en ningún momento llegaran a pasar y me encantó.

En Resumen, creo que es una historia bastante interesante y original, con unos personajes bien descritos y una trama que engancha bastante. Y que habiendo leído el segundo puedo decir que va mejorando. Lo recomiendo aquellas personas a las que les guste la temática sobrenatural, los vampiros pero con rasgos diferentes y originales, la ficción y con un poco de acción y misterio.
Enlace: https://surfeandoentrelibros..

La obra está narrada desde el punto de vista de Rose, al principio nos comienza relatando un momento íntimo con su amiga, donde Lissa (una moroi, un tipo de vampiros vivientes) se alimenta de ella. En este punto se encuentran en un lugar lejos de la academia de la cual escaparon. Sin embargo, esa misma noche se ven obligadas a volver ahí.
Tras su retorno a la Academia San Vladimir, Rose y su amiga Lissa (y a quien tiene que proteger toda su vida) se encuentran envueltas en un sin fin de chismes. Sin embargo, las habladurías es de lo que menos deben de preocuparse. Hay alguien que está haciendo que Lissa pierda la cabeza, la están comenzando a acosar y esto no le hace nada bien a la rubia platinada.
Por si descubrir a aquel que está atormentando a su mejor amiga no fueran suficientes problemas para Rose, también debe descubrir porque Lissa no ha podido reclamar ningún tipo de magia. En la búsqueda de respuestas, Rose se encuentra una verdad que puede ser el punto central de todo lo que ambas están pasando.
Además de los problemas en los que se vincula su vida con la de LIssa, Rose también tiene que vérselas con estos nuevos sentimientos que comienza a experimentar con su tutor Dimitri, quien además de ser mayor que ella por casi siete años, está por trabajar codo a codo en la guardia de su amiga. Sucesos inesperados llevan a estas dos compañeras a luchar por sus vidas y sus corazones.

Puntos a favor: Me agradó mucho el sentido de la amistad que da la autora a este par. La lealtad y el cariño que ambas se tienen es increíble. Otra cosa que me agradó bastante fue la evolución del personaje principal (Rose), comienza como un pensamiento de adolescente inmadura pero va agarrando el hilo a la responsabilidad a lo largo de las páginas.

Puntos en contra: Te mantiene en una constante, nunca hay emoción incluso en los momentos en los que ocurre lo inesperado. Ciertamente se me hizo bastante aburrido y me costó terminar sus casi 400 páginas. Quizá esto se deba a que antes había visto la película o quizá no. Espero que en el segundo libro me sorprenda.