Rojo, blanco y sangre azul

Una historia muy original y bonita, tenemos dos herederos, uno de la Casa Blanca y otro de Inglaterra.
En un principio me costó mucho meterme en la trama, tenemos demasiada política estadounidense y nos encontramos metidos de lleno en las supuestas reelecciones de 2020, pero sobre todo me costo por la forma en que está escrito, es una tercera persona, pero algo impersonal y fría al comienzo y contada desde el punto de vista de Alex, esto durante todo el libro.
Tiene momentos divertidos, surrealistas, otros tiernos y románticos, los sentimientos de ambos están muy bien reflejados y ha sido un libro entretenido y ameno, entre intrigas políticas y compromisos sociales.
Lo mejor del libro son los protagonistas, esa relación que se va forjando a escondidas, con alguna escapada, entre correos, cartas y citas de amantes famosos de la historia. Gran parte de la relación es así, debido a la distancia, hay muchos impedimentos y aunque es una situación ficticia, me ha parecido muy real y da que pensar, ya que hasta ahora no ha sucedido nada similar que yo recuerde.
Se nota el gran conocimiento de todo lo relacionado con las campañas electorales y la sobre la monarquía británica y sus ancestros.
Este libro tiene descripciones muy detalladas de todo, desde los lugares, costumbres, la historia, política estadounidense, etc. y en ocasiones se me hizo algo pesado, no es un tema que me llame mucho la atención y más en una comedia romántica.
Alex y Henry son muy apasionados y diferentes, sinceros y tiernos, son perfectos el uno para el otro y con sentido del humor, sobre todo Alex. Luchan por su relación y porque todo sea de lo más normal. También se implican mucho en temas benéficos, en ayudar a otros jóvenes en peor situación que ellos.
Los secundarios son todos entrañables, esas madres, June, Nora y todos los miembros del equipo de la Casa Blanca y del príncipe.
En resumen, una historia que sorprende, original y que deja buen sabor de boca.