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*SPOILERS* Advertencias desencadenantes: muerte de un padre (en el pasado), probablemente un montón de otras cosas, pero sinceramente no puedo recordar ninguna de ellas porque este continuación fue demasiado malo. De ahora en adelante, quiero leer cada libro de la forma en que he leído esta historia: esperando que sea mala. ¡Porque así me lo paso genial leyendo una novela! Me lo ha divertido leer esta historia pero he sentido que tiene una narración demasiado pobre. Entonces, el libro no fue terrible. Fue agradable, de una manera muy difícil de madurar. Como si de alguna manera la autora se cansara de todo el drama que escribió en los libros anteriores y ahora solo quisiera una buena historia. Sin mencionar todas las cosas anteriores. Lo que pasa con estas novelas es que la premisa es genial: una monarquía moderna. Entonces, las posibilidades son infinitas. Tenemos una trama de "sirviente que realmente no sirve", si puedo llamarla así, ¿tal vez una mini trama secundaria sería más precisa? Pero eso no es suficiente para explorar todo lo que ha creado: América tendrá una reina joven, después de siglos de patriarcado. Y la cuestión es que este Estados Unidos no es tan diferente de los Estados Unidos modernos. Tiene los mismos problemas. Se utilizan para dar forma a los personajes de color. Este libro está muy avanzado. Demasiado avanzado, diría yo, y sin embargo, muy poco avanzado, porque la monarquía no está trabajando para resolver estos problemas. La monarquía, Su Majestad, está demasiado ocupada encontrando sus sentimientos. Quiero decir, sus pies. Definitivamente sus pies. Ahora, pude disfrutar de la parte del romance, principalmente porque era ridículo, y antes de darme cuenta, la trama no se reveló por sí sola. La conspiración de Daphne fue menos conspirativa y más amable con Sam y Jeff. Me decepcionó que la cosa con Himari pasara de dramática a plana en el lapso de un capítulo, y Jeff nunca descubrió la verdad. Nina pasó de amar siempre a Jeff a enamorarse de Ethan en el lapso de unas pocas semanas. Mientras tanto, Sam tenía lo suyo, y Beatrice era un ejemplo muy tibio de cómo sería una reina. Bea: ¡No puedo creer que solo me dejaron llorar durante seis semanas! Yo: ¿Y su país dejó de funcionar en el día a día durante casi dos meses? ¿Nunca fuiste necesaria? Bea: Bueno, estoy segura de que mis asesores se encargaron de todo. ¡Podrían haberme dejado descansar más! Yo: Pero nunca trabajaste en primer lugar. No tienes idea. Bea: ¡Déjame llorar! Yo: *suspiros* adelante. En fin. Con algunos detalles cursis en el medio. Bea no pudo gobernar adecuadamente hasta que fue coronada un año después de la muerte de su padre, y su consejero quería que se casara para entonces para que hubiera un rey que controlara sus impulsos femeninos. Era una gran oportunidad para un complot: el asesor podría haber estado financiando disturbios en todo el país para irritarla y casarse antes, podría haber intentado llevar a Jeff al trono demostrando que ella y Sam no son aptos para gobernar, él podría haberlos socavado tanto a la izquierda, a la derecha como al centro. Lo cual, lo entiendo, quería controlarlos, no eliminarlos, pero me pareció que se había ido con mucha facilidad. Tal vez quiera venganza en el próximo libro o algo así, pero lo dudo, porque la autora solo usa la premisa para el drama de relaciones. Lo que lo convierte en una historia de amena, y lo disfruto como tal. Y una cosa que realmente me decepcionó fue lo insulsos que eran Jeff, Teddy y Connor. Ethan y Marshall al menos tenían algo de personalidad. Y finalmente, el romance en sí fue decepcionante, nuevamente, debido a la premisa. En American Royals, Bea, la princesa heredera, se enamoró de un tipo común, al igual que Jeff. Ahora, ambos han vuelto a salir con nobles, y se siente plano para mí. Como si se suponía que la pobreza de Teddy de alguna manera haría que Bea pareciera estar despierta y no casarse por dinero. Y se suponía que Sam parecía estar despierto por salir con una persona de color. Pero ambos son nobles y aún así se les ofrece el mayor privilegio del sistema, a diferencia de Nina y Connor. Y sí, me molestó, de nuevo, por el potencial. Al final, es una historia superficial sobre la realeza superficial de un país muy superficial. |
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