Las cenizas de Ángela

Mi gusto por las biografías noveladas se lo debo a Las cenizas de Ángela, un libro que me recomendó mi mejor amiga allá en la adolescencia y del que guardo un recuerdo increíble.

Las cenizas de Ángela es el vivo reflejo de la pobreza, la inmigración, los sueños y las promesas incumplidas. Comenzando con la infancia del autor, Frank, en la década de los años 30 en un pueblecito de Irlanda, nos encontramos con que sus inicios no fueron nada fáciles pero, tal y como él mismo dice, “las infancias felices no merecen que les prestemos atención”. Unos inicios duros y muy tristes tan intensos y desgarradores que te atrapan del mismo modo que te sobrecogen, narrados con una naturalidad y un sentido del humor tan especial, tan inocente, que no puedes hacer otra cosa que caer rendido a los pies de este pequeño Frank tan indefenso y vulnerable ante la vida que le ha tocado vivir.

Creedme si os digo que probablemente sea una de las mejores, si no la mejor, biografía novelada que he leído nunca, no en vano fue ganadora del premio Pulitzer en 1997.

Sin duda es un libro del que guardo un gran recuerdo y del que podría decir que es uno de mis favoritos de la adolescencia. Hace tantos años que lo leí que no descarto hacer una relectura no pasando mucho tiempo.