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Diez es una versión moderna del libro Diez negritos de Agatha Christie, libro que he leído pero que no recuerdo muy bien, cosa que me va bien porque así he podido evitar compararlos, aunque si recuerdo que me encantó. La trama arranca con Meg y Minnie yendo a Henry Island, tras recibir una invitación para asistir a una fiesta allí. Todo parece ideal: una fiesta en una pequeña isla que va a durar tres días, parece augurar mucha diversión. Pero cuando encuentran un DVD con un extraño mensaje y empiezan a sucederse las muertes, las cosas no se pondrán precisamente divertidas. Desde el comienzo la historia ya sugiere mucha intriga y suspense. El principio es algo flojo, pero pasadas unas cuantas páginas las cosas se van poniendo muy interesantes. La trama no es la mejor del mundo, pero engancha de una manera alucinante. Llega un momento en el que estas tan metido en la historia que es imposible dejar de leer y desconectas tanto de tu alrededor que el tiempo pasa sin que te des cuenta. La historia es bastante sorprendente, por suerte. Conforme iban pasando las cosas no paraba de quedarme sorprendida pues no es lo que esperaba que sucediese. Si bien es cierto que algunas cosas eran predecibles y algunas situaciones bastante típicas, pero son cosas típicas del género, que suelen pasar en casi todos los libros de este estilo. Las descripciones están bastante bien proporcionadas. En las cosas en las que hace falta explayarse lo hace y en las que no es necesario no lo hace. Hay alguna descripción algo larga, pero que sirve para situarnos mejor tanto en el lugar donde se desarrolla la trama como en la trama en sí. El misterio es ascendente ya que página a página va habiendo más. Tu curiosidad va creciendo conforme van pasando las cosas y vas creando hipótesis y vas sospechando más de unos que de otros. La autora te va dando pequeñas dosis de intriga, que se acrecientan con pequeños detalles aquí, cosas a medias allá...que te van dejando con la miel en los labios. El amor es lo que me ha fallado. Esta historia no necesita que haya amor o al menos no necesita que sea algo que esté muy presente. No quiero decir con esto que en este caso este muy muy presente, si no que el que hay no es del todo creíble. No entendía cómo podía ser que acabasen de encontrar un cadáver y que lo que más importase a Meg, fuese que T. J le hubiese cogido la mano. Además, todos los pensamientos y sentimientos de Meg hacia T. J me sobraban un poco, ya que lo que interesa es avanzar en la historia y saber quién es el asesino. El problema sobre todo, es que tiene más importancia de la que es necesaria, aún sin ser algo muy importante. Igualmente, en algunas ocasiones me gustaba que hubiera escenas románticas y me parecían bonitas. El final me ha gustado muchísimo. Yo tenía mis sospechas de quien era el asesino, pero al final resulto ser quien menos esperaba. Que un final logre ser inesperado en este tipo de libros es digno de mención. Además, es cerrado, y todo tiene su explicación. La manera en la que la autora une todas las piezas de este rompecabezas es casi perfecta Sobre personajes, casi todos están bastante bien, aunque a algunos les ha faltado profundidad y desarrollo. |
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