El druida

En las sociedades de los pueblos celtas de la Galia, Gran Bretaña e Irlanda, y en otras partes de Europa los druidas pertenecían a la clase educada y profesional de las sociedades del mundo antiguo. Por lo general, eran considerados líderes religiosos aunque también tomaban las armas y aconsejaban a los reyes en tiempos de guerra. Pero se sabe más bien poco de los antiguos druidas. No existe mucha documentación y los hallazgos arqueológicos no saben situarlos en un periodo histórico concreto. Además, no dejaron documentos escritos y la única prueba de su existencia son unas cuantas descripciones halladas en descripciones del legado griego y romano y las historias contadas en la Edad Media. Por lo tanto, la novela histórica es una buena herramienta para acercarnos a estas personas a los que se les otorgaba la magia entre sus múltiples cualidades.
Ediciones Pámies una editorial especializada en novela histórica acaba de publicar el primer libro de la serie, 'El druida' que nos da a conocer a Bellicus, un joven guerrero druida que en el año 430 a. C es entrenado por los mejores druidas del norte de Britania. Una tierra muy lejana a la nueva religión cristiana que amenaza con sustituir las largas tradiciones druídicas que impregnar el lugar. En una reunión en el asentamiento de Dun Buic, estando presente Corotico, rey supremo de los damnoii, y Nectovelio, el señor supremo del asentamiento, sufren un ataque sajón que termina con el secuestro de la pequeña Catia. El rey Corotico pide que sea Bellicus, acompañado de sus dos fieles perros de guerra, Cai y Eolas, el que salga en persecución de la partida de sajones y traiga de vuelta a Catia. Por su parte, durante el cautiverio de la pequeña princesa un viejo sajón se encariñará con ella floreciendo una relación bastante particular.
La estructura se compone de treinta capítulos de corta extensión y fácil lectura. Es la primera vez que leo a este autor pero su prosa sin artificios y recargos se muestra de manera sencilla para seguir la historia de Bellicus y su aventura azarosa llena de peligros. Y no es para menos, pues en la época en la que está ambientada esta novela, las batallas entre pueblos eran más que habituales disputándose el terreno de la isla de Britania.

Por otro lado, no existe ni una sola cultura en la Tierra que no albergue alguna forma de magia y en año 430 a. C. se practicaban rituales que tenían el propósito de asegurar el éxito de las batallas contra otros pueblos invasores. La idea de que existían fuerzas invisibles en el mundo hacía que la figura del druida cobrase un peso importante dentro de la sociedad. Y precisamente eso es lo que encontraremos en esta novela histórica; batallas entre pueblos invasores, magia druídica y el secuestro por saqueadores sajones de una pequeña princesa.

No olvidéis que este libro es una obra de ficción y aunque se basa en una buena documentación, el objetivo final es entretener al lector.

Me he quedado con la clara impresión de que cada vez me gustan más las tradiciones, la mitología y las creencias antiguas. Leer una novela histórica como 'El druida' que te acerca a prácticas paganas y al conocimiento pretérito es un placer para la imaginación.

Con esta novela histórica he comprobado que no soy una simple turista sino que soy una viajera del tiempo.

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