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Recibí este libro de AmazonCrossing por sorpresa, la verdad es que me hizo ilusión recibirlo porque aunque el juvenil no es mi género habitual no suele disgustarme cuando lo leo. Este es el primer libro que leo de Jamie McGuire, aunque conozco sus dos anteriores sagas (Maravilloso desastre y Hermanos Maddox) que han cosechado mucho éxito, no he tenido ocasión de poder leerlas. Debo reconocer que he tardado bastante en leerlo, ya que a lo de la operación de mi hermana se sumó que el libro se me hacía bastante lento en ocasiones y lo dejaba aparcado hasta que me apetecía volver a retomarlo. Elliott a sus diez años ya sabe lo que es sentirse un bicho raro, y es que su familia es nativa americana por lo que los marginan y no siempre los tratan bien. Las cosas en casa tampoco son fáciles, sus padres se pelean continuamente y su madre se niega a abandonar al maltratador de su padre, así que de vez en cuando envía a Elliott con su tía, sobre todo a pasar las vacaciones. le encanta la fotografía y es a través de la lente donde verá por primera vez a Catherine, durante una de esas estancias en la casa de sus tíos y no puede evitar fijarse en la niñita triste que entierra a su perrito en el jardín. Catherine es descendiente de una de las familias más poderosas de la ciudad, una familia venida a menos a causa de un desastre en la fábrica que poseían. Su madre vive anclada al pasado y aferrada a la mansión familiar, sufre de continuas depresiones que la hacen algo inestable en ocasiones. Su padre está sin trabajo lo que lleva a continuas discusiones con su madre. Catherine no conocerá a Elliott hasta unos años más tarde cuando este pasando otro de esos veranos en casa de sus tíos. Desde el comienzo se harán buenos amigos y durante ese verano surgirá el amor entre ambos. Pero el día que la madre de Elliott aparezca y se lo lleve de improviso y sin dejarle despedirse de Catherine en uno de los peores momentos de ésta marcará un antes y un después en su relación. Un par de años después Elliott volverá para intentar recuperar a Catherine y se esforzará en conseguir en que ella lo perdone para retomar lo que una vez tuvieron. Pero Catherine ya no es la misma, su vida ha dado un giro radical, vive con su madre en el Juniper, su casa convertida en una casa de huéspedes, donde se refugian todos los marginados de paso por la ciudad. Durante estos dos años Catherine se ha alejado de sus amigos dedicándose solamente a los estudios y ayudar a su madre a llevar la casa de huéspedes. Una casa donde no puede entrar nadie, salvo los que viven allí. En el instituto es una marginada y sufre acoso de parte de sus compañeras. Catherine es una muchacha atrapada en la obligación y la lealtad, desea marcharse y huir de su vida, pero los lazos que la atan a ésta son demasiado fuertes. Prácticamente está atrapada en su vida y no puede hacer lo que cualquier chica de su edad hace. La llegada de Elliott supondrá un rayo de esperanza y un revulsivo para ella que, aunque no puede abrirle las puertas de su vida, tampoco puede, ni quiere mantenerlo alejado. Elliott es un dulce de chico, ha intentado volver y mantener el contacto con Catherine todos estos años, pero esto no ha sido posible. Ahora a sus dieciocho años ha vuelto para cursar su último curso y recuperar a la chica que ama. Es un deportista y espera poder conseguir una beca para estudiar en la universidad y desea que Catherine vaya con él. Aunque no entiende todos los límites y condiciones que le ha puesto Catherine, los respeta, e intentará que Catherine vuelva a tener una vida normal, aún sin conocer sus secretos. Pero también tiene sus demonios interiores, no quiere parecerse a su padre y lucha continuamente para controlar su rabia y la ira que alberga en su interior. El libro tiene quinientas treinta y ocho páginas divididas en: prólogo, treinta y siete capítulos más epílogo. La narración es en primera persona por los protagonistas, Elliott y Catherine. Yo catalogaría el libro de suspense romántico juvenil, porque no termina de lograr un ambiente de thriller correcto, aunque si mantiene el suspenso y el interés como para que sigas leyendo para averiguar el secreto que rodea al Juniper. al comienzo todo me ha resultado muy lento lo que en mi caso me hacía tener parones para leer otras cosas hasta que me animaba a retomarlo. Sabemos que algo pasa, pero la verdad es que no tienes ni idea de que es, me podía haber esperado cualquier cosa menos lo que pasa en realidad. La autora nos sabe retransmitir a la perfección el miedo y la angustia que sufre Catherine en su vida diaria. Creo que deja algunas incógnitas sin resolver, aunque quizás el lector pueda imaginarlas, me hubiese gustado que la autora las dejará aclaradas, sobre todo una frase al final que me dejó totalmente descolocada y que me hubiera gustado que tuviera una explicación. En definitiva Un millón de estrellas es una historia de amor adolescente, llena de suspense y misterio, de desarrollo lento que puede hacerse algo pesado en algunos momentos, pero con giros inesperados que harán que merezca la pena su lectura. Enlace: https://bibliotecariarecomie.. |
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