Maravilloso desastre

Este es el libro de los extremos, hasta ahora solo había visto reseñas que lo ensalzaban como lo mejor del momento y otras que lo arrastraban por el fango. Realmente tenía muchísima curiosidad por leerlo, porque, a pesar de que en general me fío mucho de las opiniones de los blogs que visito, esas reacciones tan extremas me hacían querer formarme mi propia opinión. Y me alegro de haberlo hecho porque mi opinión ha quedado en un término medio que ni se acerca a ninguno de esos extremos.

La historia de Travis y Abby prometía muchas cosas, algunas las cumple, pero las menos. Otras se acaban perdiendo por el camino. Prometía trangresión y eso sí lo cumplió. al fin tenemos el sexo entre adolescentes tratado más o menos de forma abierta. Sin veladas insinuaciones o descripciones llenas de florituras. Pero el acceso de territorialidad que le da al protagonista me descolocó bastante. Era un “mía” muy al estilo de los vampiros de JR Ward ¿no?

Y luego está el momento crepusculiano del final ¿pero en serio en pleno siglo XXI y en países avanzados económica y culturalmente alguien se plantea casarse con diecinueve años? No sé, igual una familia realmente desestructurada lleva como consecuencia la búsqueda de algo estable y duradero y lo encuentran en desear el matrimonio…

Abby es una protagonista bastante insufrible en líneas generales que solo tiene un gran momento de lucidez. Pero el resto del libro… en fin, no entiendo que para no pensar en alguien tengas que irte con otro, chica no sé, haz ganchillo, que entretiene lo suyo y no le fastidia la vida a los demás. Su comportamiento con Travis (temer una relación con él por su forma de ser) la entiendo, incluso su temor a que nadie sepa sus orígenes, pero de ahí a que utilice a la gente (y me refiero a Parker) como sustituto temporal permutable en cualquier momento la rebaja mucho a mis ojos. Su momento de lucidez, cuando decide no perdonar a Travis después del surrealista momento Las Vegas incluso me emocionó. La vi valiente y consecuente. Lo malo es que Abby se pasa todo el libro en un cambiante equilibrio entre el quiero y no quiero, puedo y no puedo que te llega a desquiciar un poco. Me han dado ganas de darle un meneo para ver si se decidía de una vez.

Travis es el personaje carismático. Duro, cínico, violento y posesivo. Pero que, como a todas nos gusta, guarda una fragilidad interior que cuando nos la muestra nos desarma. Aun así es difícil empatizar con él, es demasiado inestable la mayoría de las veces. Y, aunque yo no he encontrado ningún tipo de maltrato en sus acciones (casi he visto más maltratado a Travis... :P), no por ello deja de, al menos, mantenerte alerta cuando aparece en escena. Y eso resulta poco romántico, la verdad. A pesar de todo, me ha resultado un personaje mucho más coherente que el de Abby. Sabe lo que quiere y lo que necesita y hace lo que puede por conseguirlo. Sin importarle si juega limpio o no. al menos es sincero en eso, y constante.

Y luego tengo que nombrar a América, el peor personaje de todo el libro sin duda. No entiendo a una amiga capaz de defenderte hasta el final que te da consejos tan contradictorios. Si la pobre Abby ya es poco decidida ella solita, con esta amiga es normal que no sepa ni dónde vive. Primero la empuja a los brazos de Travis, luego la ahuyenta de allí, cuando ya no está vuelve a empujarla hacia él de nuevo… En serio, esa chica tiene un grave problema de bipolaridad. Cada vez que aparecía en escena su intervención conseguía un bufido de mi. Con lo bien que me cae su sufrido novio, anda y que no aguanta el pobrecillo de todos. Realmente es el héroe de la historia.

El ambiente me ha resultado un poco irreal e imaginativo, pero como yo vivo en una ciudad muy pequeña igual es que tengo una visión un tanto “rústica” y bucólica del mundo. Pero vamos… ¿peleas por dinero? Y a todo el mundo le parece incluso normal… ¿Tratos con la mafia como en una pelí de Tarantino? ¿En serio? ¿El pasado de Abby y su padre? ¿Su sentido de la responsabilidad hacia un padre como ese? En fin, demasiado irreal y parece que buscado como excusa para enfrentar a nuestros ya sufridos protagonistas a más problemas.

Pero no todo es malo, los momentos tiernos de Travis son muy bonitos. A veces incluso desgarradores, te llegan al corazoncito. Sobre todo viniendo de alguien tan a ratos bastante inestable. Y, aunque su dependencia de Abby parezca a ratos enfermiza, también tiene cierto encanto romántico el que tenga las cosas tan absolutamente claras respecto a lo que siente.

Por todo ello, si algo de lo que cuento os atrae, leedlo. Si no, no lo leáis. Porque esto es solo una opinión personal, y cada persona es un mundo. Y lo que a mi me ha parecido bastante corriente a otra persona la puede escandalizar y a la siguiente dejar totalmente fría. Tampoco soy de las que creen que toda adolescente hiperhormonada saldrá en busca de un Travis a la calle… Creo que la juventud tiene más criterio que dejarse influir por lecturas que son ficción. Además de que este libro quizá si tendría que tener cierto límite de edad para su lectura, no es Crepúsculo, eso está claro.

A mi el libro en general me ha parecido bastante normalillo, con momentos entretenidos y otros no, pero, exceptuando la franqueza tanto en la aparición del sexo en una novela de corte juvenil como el resto de actividades que realizan estos jóvenes cuando salen a divertirse (no, las peleas no las incluyo, solo el alcohol y las fiestas…). El resto me ha parecido un historia bastante estereotipada: chico duro encuentra chica inocente y ya no puede separarse de ella. Chica inocente tiene miedo de lo que siente y hace que el chico duro las pase canutas hasta conseguirla. Por ello no voy a “suspenderlo” le daré un aprobadillo, porque creo que es un libro que se presta a debates y eso siempre es positivo. Aun así, casi seguro que leeré su continuación, más que nada porque creo que puede resultar esclarecedor ver el punto de vista de Travis a toda esta historia…
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