Y después: un grito. Un grito agudo de desolación, que pareció rebotar por todo el cuarto, perforando el corazón de todos ellos. [...] Era Mandy, en el cuarto de baño. Y, así sin más, todo empeoró. |
Y después: un grito. Un grito agudo de desolación, que pareció rebotar por todo el cuarto, perforando el corazón de todos ellos. [...] Era Mandy, en el cuarto de baño. Y, así sin más, todo empeoró. |
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