Misma estructura que en el primer libro pero como Ian McDonald escribe tan bien y consigue mantener la tensión en la trama a pesar de los numerosos cambios que hubo al final del primer libro, le vuelvo a poner 4 estrellas. Pocas veces un segundo libro en una trilogía que está tan claramente estructurado como una bisagra, porque no tiene ni principio ni final, le he dado tanta nota pero es que consigue mantener muy bien el ritmo a pesar de que a veces se anda por las ramas. |