El principio se hace bastante lento, pues la autora describe a todos los personajes y sus vidas con detalles. Sin embargo, en ciertos momentos el ritmo se vuelve trepidante y llegué a sentir miedo. La forma de escribir hizo que llegase a sentir que formaba parte de la novela, hasta el punto de tener la sensación de que podía sufrir las mismas situaciones que algunos personajes. ¿El final? Más que sorprendente. Nada es lo que parece. |